El primero de todos , como anticipé , fue José Donoso , el chileno autor de " El obseceno pájaro de la noche " , una novela bastante rompedora que indicaba la preponderancia de los hispanoamericanos .
Lo recibimos en pleno fragor demócrático de la transición , y supuso una pequeña revolución . Los estudiantes andaban inquietos por las nuevas formas y eventos , pero pronto se adaptaron y participaban de la fiesta literaria tanto dentro como fuera de las aulas , tú lo recuerdas muy bien , Carmen , porque te incorporaste coma una más , con una anécdota particular que ahora contaré .
Primero lo llevé a las aulas , una auténtica algarabía que desbordó todas las previsiones . Por la tarde , coloquio en el Colegio Mayor , que tenía un soberano salón de actos con las butacas en rojo .
Siempre modesta , tú no quisiste sentarte en las primeras filas , pero sí en el pasillo central . Pues bien ,
a determinada altura del acto , Donoso te señaló como "la chica del vestido rojo" , a manera de ejemplo . Y siguió el coloquio . Centro de todas las miradas , llevabas un vestido rojo bastante llamativo , ciertamente , guapa y atractiva como correspondía a tu edad y condición , los espléndidos cuarenta años .
Por la noche cenamos con él , la famosa cena familiar con los hijos , que instauramos como hábito para la firma de libros y que lo conocieran . Experiencia excelente que se fué ampliando con los años .
Después nos fuimos a La Granja , lugar de esparcimiento en plena huerta , regentado por un sacerdote y lleno de elementos religiosos en la vitrina de entrada . Buen tiempo , noche agradable y evidencia de la facilidad narrativa de los hispanos .
Allí también había dos pavos reales y una pequeña leona que lanzaba respetables rugidos . Los pavos estaban en las tapias y de vez en cuando emitían un canto grave . Sorprendido el escritor , comentó : " ¿Han oído el erótico canto de los pavos ? " . Dió para una jolgoriosa conversación en varios tonos .
Sobre la una nos retiramos tú y yo para no coartar a los alumnos y otros asistentes , entre ellos el poeta José María Álvarez .
Y allí quedó el escritor rodeado de buena muchedumbre . Hasta la cervantina " la del alba sería " y quizá más , como me informaron al día siguiente los soñolientos alumnos .
Había comenzado el esplendoroso capítulo literario .
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