" LOS CERVANTES EN LA UNIVERSIDAD "
A no dudarlo , este fué el Ciclo de mayor altura intelectual y estético de los que por aquellos implantamos , desde las aulas académicas y para toda la sociedad entorno sin discriminación .
Baste decir que los protagonistas invitados debían haber recibido , previamente y con notoriedad , el prestigioso PREMIO CERVANTES de las Letras Españolas , con el tiempo ampliado a las Letras Hispánicas en su totalidad , tanto de aquende cuanto de allende los mares .
Se le ha llamado el Premio Nobel de las Letras en Castellano (Español) y no andan faltos de razón quienes así lo califican , pues que se trata del reconocimiento cabal a una brillante trayectoria como escritor .
Recordáis que participé séis años en el Jurado del Premio , reconocimiento grande a mi condición de Catedrático de Literatura , y aún durante muchos años de la Hispanoamericana en particular , y esa fué la condicion precisa por la que me seleccionaron . Lo agradecí cmo convenía .
En una ocasión dí en plantear a la señora Ministra del ramo semejante posibilidad , llevar a los premiados a las aulas bajo el patrocinio del propio Ministerio . Lo aceptó encantada . Y a partir de entonces , catorce Premios Cervantes visitaron nuestras aulas en riguroso turno de sucesión y continuidad , desde Augusto Roa Bastos hasta Camilo J. Cela , todo un contecimiento literario y aún multidisciplinar por las variadas implicaciones que su presencia suponía .
También lo hicimos al amparo crematístico de CajaMurcia , cuyo culto representante máximo se mostró especialmente propicio a la iniciativa .
El método de trabajo era sencillo , si que llamativo . Venía el premiado del año , acompañado del anterior que le daba la alternativa , y así ambos coincidían dos o tres jornadas entre nosotros , a plena satisfacción de propios y extraños , de manera que el equipo y sus numerosos amigos disfrutaban con alegría desbordante por el "alto acompañamiento visitante" , entre letras , ciencias y otros menesteres coadyuvantes . Una auténtica gloria .
En verdad que constituyen abundantes motivos para el gozo , y ninguno para el arrepentimiento , por razones obvias y convincentes . Una vez más "mezclando lo dulce con lo útil" , según recomendación del grande Horacio .
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