FRANCISCO UMBRAL , VIAJERO MALGRÉ LUI
Nos lo dijo la primera vez que hablamos por teléfono amablemente , "no viajo a provincias fuera de Madrid" . No nos conocía bien . Con un teléfono fijo yo muevo el mundo (Arquímedes , una palanca) , y mis colaboradoras Rosario y Carmen más si cabe .
Finalmente lo convencimos y se decidió a venir . Muchas preguntas acerca de la intensidad , tono y timbre de lo que se esperaba de él . Estaba acostumbrado a pequeños saraos y encuentro más o menos frívolos , pero la universidad le preocupaba un poco , aunque había sido lanzado a Madrid nada más y nada menos que por Miguel Delibes .
Se lo explicamos todo ,, en síntesis : un trabajo serio en las aulas , un coloquio más informal a la tarde , y una cena relajada a la noche , a la que también podía invitar algún amigo significativo si los tenía en Murcia .
Vino y todo lo hizo bien , pues era inteligente , culto y bastante tímido , todo hay que decirlo . Claro que tenía una mujer llamada María España muy adecuada y sabedora de las buenas posibles relaciones sociales y socioculturales : enseguida se entendió con mis colaboradoras y todo discurrió sobre ruedas . Baste decir que se produjo simpatía mútua , de modo que llegó a decirles delante de un café , textual : " Coño , tenéis un jefe demasiado serio , produce una cierta refracción retroactiva , pero no se lo digáis" . Y no me lo dijeron .
El caso es que leyó un precioso texto literario , aceptó un amplio coloquio bastante relajado , con oportunos toques de humor , las gentes salieron contentas , salvo los pocos desavisados que confunden izquierdismo superficialidad popular , fiesta callejera y otras menudencias de andar por casa .
Se despidió contento y agradecido . Incluso insistió en que también le gustaria estar en El Escorial , de manera menos académica , sugirió , por aquello del verano y el calor . "No te preocupes , aceptamos indumentaria más alígera , neuronas menos embutidas y palabras con vuelo más popular".
Lo entendió bien y al Felipe II aisitió con pamtalon rojo magenta y camisa de flores , que no le gustó mucho a Ana María Matute , coincidente con él en nuestro curso .
Unos días después nos citó elogioso en su crónica de El País . Eso estuvo bien , pues era cronista cabal coherente .
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