JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO , EL DESPISTADO
Así lo califico por algo que ocurrió en una comida , y que más adelante os contaré para vuestra sonrisa sin duda comprensiva , estoy seguro .
Su primera visita se produjo el olor , incluso en loor de juventudes entusiastas por la poesía . José Agustín siempre fue buen poeta . Ahora pienso que , durante los años duros de reformas y esperanzas frustradas , demasiado bien valorado . Era hombre poeta para poetas jóvenes y alevines de poetas a su vez , pero así sucedía por aquel entonces , quizá tiempos revueltos que la Historia inmediata fue barriendo de manera un tanto inmisericorde ciertamente .
Un dato importante y revelador . Su poema "Palabras para Julia" , sin duda es un buen poema , mucho más por el mensaje que lo poético de las palabras en sí , aquellas que suelen trascender y superar la coyuntura del tiempo .
Pues bien , todo el mundo leía , recitaba y esgrimia el texto casi como una bandera de alistamiento entre la emoción y la lucha comprometida , incluso los ccantautores lo utilizaron profusa y adecuadamente .
José Agustín era bastante distinto de sus hermanos . Locuaz , extrovertido , un poco distante eso sí , pero cercano en las distancias cortas . Lo tuvimos en Murcia y lo pasamos muy bien con sus versos y otras palabras .
La anécdota que os he prometido . Lo recibimos Carmen y yo a pie de viaje , y lo llevamos a comer a un restaurante de la huerta , pues que así lo solicitó . Manjares propios de la tierra , que degustó a placer con sabrosos comentarios ad hoc , bien regados por generosos vinos autóctonos bastante altos de graduación .
Todo discurría con naturalidad hasta que , a la hora de los postres , pidió caballeroso permiso a Carmen para ir al baño . Marchó y esperamos un buen rato . Preocupado un tanto , fuí a buscarlo . Ni rastro del escritor . La señora cuidadora de los servicios me informó que el tal señor había venido , le dió generosa propina a la salida y no volvió a saber más de él .
Nosotros tampoco . Tomamos café , dialogamos largo y tendido . Y cuando los camareros nos avisaaron para preparar el salón con vistas a la cena , abandonamos el restaurante . Pudiere parecer que los buenos poetas , en determinadas circunstancias adventicias , suelen comportarse así , cuestión de genio sin duda .
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