Domingo , han venido a comer los nietos gemelos . También a bañarse , porque soportamos una ola de calor impropia del otoño , pero ya sabes lo que aquí sucede , Carmen , que propiciaba tu conocido comentario , tantas veces comentado por tus hijos : "El año pasado por estas fechas , no hacía tanto calor" .
El caso es que mientras comíamos , han comentado la redacción que les mandaron , sobre una hipótesis de trabajo interesante para su educación moral .
Un avión en el que viajan un médico , un científico , un ingeniero y un artista . Imaginemos que se produce un accidente y sólo se puede salvar uno . ¿ A cual de los cuatro salvarías ? . El médico , han dicho los dos . Y han tenido que razonar la elección .
Eso ha permitido al padre un razonamiento de más calado , que los dos hermanos han escuchado con gran atención , a propósito de la educación , las ideas y actitudes claras , la bondad , la responsabilidad , las prioridades humanas y otras circunstancias . Un coloquio muy oportuno y conveniente , como aportación educativa en consonancia con colegio y profesores .
Cuando me han pedido mi opinión , he puntualizado las tres profesiones fundamentales : médico , sacerdote y profesor .
La medicina cuida y sana el cuerpo , base para que podamos pasar al espíritu , del que cuidan los sacerdotes . Con un cuerpo sano y un espíritu en igual estado , se produce el equilibrio para que los profesores realicen su labor adecuadamente . Y así , los individuos y la sociedad aprenden a efectos de que la humanidad continúe avanzando , desde la rudimentaria caverna donde faltaba de todo y todo estaba por hacer , hasta estos momentos de formidable desarrollo en todos los sentidos .
Han atendido bien , lo han entendido adecuadamente a su edad y han afianzado su propósito de pensar, sentir y hacer lo que les corresponde y se espera de ellos .
Hermosos doce años , niño y niña , hermanos que piensan , sienten , hablan y trabajan en el mejor de los caminos posibles . Eso sí , alternando con sus juegos y diversiones , que no sólo de pan vive el hombre . VALE .
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