Hoy es miércoles , Carmen , y he bajado al mercadillo para seguir cumpliendo el ritual que tanto te gustaba . En los últimos años , recuerdo a la chica que trabajaba en casa diciéndote : "Señora , no se moleste usted , que yo bajo y le hago el mercadillo porque sé muy bien lo que le gusta y necesitamos". A lo que solías responder : "Gracias , pero me agrada ver el colorido de los puestos de venta , incluso tocar algunos productos y hablar con los vendedores" .
Y así era . Un breve paseíto en coche hasta llegar a Churra y hacer el recorrido habitual , un buen rato . La ropa exterior e interior , los zapatos , la bollería , las chuches , en fín , todo lo imaginable dispuesto para la venta inmediata .
Hasta recalar en el gran puesto de frutas y verduras habitual . El espectáculo de los mercados populares en la calle siempre nos atrajo . Los colores , los olores , las voces destemplada de los vendedores , las mujerucas comprando "el avío para la casa" , determinados hombres un tanto perdidos intentando hacer la compra con sus listas en la mano , sin distinguir una berenjena de un pepino , los guardias vigilando , los niños correteando y tocándolo todo ......
Algo que venía bien para equilibrar el trabajo demasiado intelectual que llevábamos . Aunque , la verdad, yo apenas te servía de portador de bolsas y distribuidor de productos con cierto orden , o para recordarte que no estaba el perejil para san Pancracio , que te gusta colocar en un florero en la cocina , junto a la imagen del santo . "Esto trae buena suerte para que no se estropeen las comidas " , decía la chica con gran fé .
Pues bien , no he querido declinar la tarea ni el empeño . He bajado con mi lista para recorrer los mismos pasos , comprar lo pertinente con la inestimable ayuda de los tres verduleros tan solícitos . Algo se me olvida cada semana , pero es igual , te veo caminando delante de mí , tan resuelta y sonriente hace unos años , un poco más disminuída los últimos tiempos , pero igual de sonriente .
El dueño del puesto , su esposa y su cuñada siempre me pregunta por tí , se interesan por mi salud , me dan un poco de conversación y me dicen que tienen "algo de temporada" , como a tí te gustaba .
Al cabo , he subido a casa , he descargado todas las bolsas , he ordenado la nevera y los armarios de la despensa tal como tú preferías .
Y me he sentido a gusto . Como ahora , mientras converso contigo en el porche de levante , tú con tu cigarrito habitual , yo con mi puro suave , cuyo aroma no te gusta demasiado .
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