Es cierto que lo fueron los tres , si que con algunas dificultades en el primero , como bien recuerdas porque lo sufriste incluso , y sobre todo , avant la lettre , como dicen los franceses .
Observa la riqueza de nuestro idioma , que ahora algunos tontos periféricos intentan marginar en beneficio de hablas locales , con actitud bastante provinciana . Expresiones como "dar a luz" o "alumbramiento" (y algunas más) son sinónimo de "parto" . La hermosura poética (creación) de emitir luz está en la raiz de algo tan hermoso como traer una criatura al mundo . Formidable .
Pues diste a luz en tres ocasiones de manera fácil y rápida . La verdad es que tienes un cuerpo espléndido , bien constituído , con curvas excelentes y caderas amplias , he ahí la clave para los buenos embarazos y alumbramientos adecuados .
El primero , Javier , te trajo problemas de prematuro , esperables por el tremendo disgusto que te llevaste a los siete meses .
Recuarda que por entonces mi única hermana estudiaba farmacia en Granada , y con frecuencia los hermanos la llevábamos en coche los viajes de vacaciones . Tal en aquella ocasión . Se nos rompió el automóvil en plena carretera y campo . Pasaron las horas y no pudimos avisarte , ni modo cómo eran entonces los teléfonos en este país . Así que , cuando pudimos hacerlo habían pasado varias horas . Y tú , inquietud creciente , aguardando con impotencia .
La verdad es que no te noté nada anormal cuando hablamos , que así eres de templada y disimuladora en los momentos de tensión . Llegamos de madrugada , estabas esperándonos en la terraza de casa . Y entonces te salió toda la contención de la horas sufridas en espera impotente . Resultado , un parto prematuro sin necesidad de inducción . Te recuerdo la secuencia : niño en la incubadora , cinco meses sin dormir y tres años hasta que pidió comer voluntariamente . Sonrie un poco .
La segunda , Lydia , nació como las rosas . Eso sí , como eres tan diligente para parir , la comadrona me urgió porque llegábamos tarde a la clínica .
Y la tercera , Mari Carmen , ni te enteraste , media hora de paritorio y la niña agarrada al pecho con ansia . Es la más fuerte de los tres , para contradecir a la Naturaleza y sus ritmos biológicos .
A la sazón , tú tenías 34 años y yo 36 . Y así culminó la saga Polo Alba , porque me negué al cuarto que tú desabas por razones de tu salud circulatoria , que comprendiste muy bien .
Cuando ahora los miro , el mayor , brillante profesor ; la segunda , juez ; la tercera , psiquiatra infantil , una sonrisa entre irónica , comprensiva y satisfactoria me viene a los labios y el cerebro .
Profesionalmente maduros , tú continuabas en el Instituto Floridablanca , el de la Glorieta . Yo , excedente en la cátedra del Instituto , andaba en pleno fragor de las oposiciones a Profesor Adjunto de universidad .
Y así continuaba la vida alrededor , Carmen .
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