La fórmula horaciana es infalible y sirve para cualquier aspecto de la vida humana , en aras a procurar el equilibrio psicosomático , que siempre redundará en beneficio de la tribu .
No hay que olvidarlo , se necesita todo el trabajo conjuntado de la tribu para establecer , y llevar a buen puerto , la educación de un niño .
Y es precisamente la tarea educativa la que nos ocuparía , cuanto menos , hasta la molesta edad de la jubilación . Incluso más adelante , si la salud y un resto cualificado de ilusión todávía pudiere adornar a los protagonistas .
Quiero decir que la vida de un profesor acababa de convertirse en la vida de dos profesores que , a mayor abundamiento , constituían pareja formando familia con tres bambinos , muy exigentes por edad y por naturaleza .
Aquí conviene indicar que cuando los dos padres trabajan , no resulta fácil armonizar tiempos y tareas y situaciones anímicas , ciertamente , pero nuestro caso , Carmen , apenas sufrió tan previsibles contratiempos . Resolviste muy bien lo que podríamos llamar la intendencia familiar ( no alvidemos tus antecedentes y experiencias ) y yo ayudaba según planteamientos y necesidades , un poco más mal que bien , aunque con toda la buena disposición del mundo . Incluso nos complementábamos hasta en el horario biológico : tú , diurna ; yo , nocturno impenitente .
A tales efectos , los hijos ahora no recuerdan haber escuchado o presenciado un sola discusión entre nosotros desde su niñez, cosa que hubiera sido natural por otra parte , sin que necesariamente la sangre tuviera que llegar al río . No era nuestro talante y ninguno de los dos hubiera aceptado situaciones de disputa doméstica , familiar o profesional , sin resolverlas adecuadamente , incluída la separación civilizada y amistosa.
Nunca fué necesario . Educada tú , educado yo . Libre tú , libre yo . La unión y vida en común era un proyecto multivariable y complejo , debidamente meditado y sentido , de modo que la pasión emocional (mientras durare) y la ordenación racional (que duraría siempre) empezaron desde el principio encontrando el adecuado punto de convergencia y proyección . Lo que nos ha permitido , y permite , vivir de modo bastante parecido a la felicidad aquí en la tierra .
¿ Eso quiere decir que no cometemos errores ? En absoluto , sería de necios pretenderlo . Pero nunca hubo mala intención , reservas u ocultamientos pecaminosos , egoísmos de pequeña cuantía , celos profesionales o simplemente desacuerdos intelectuales o morales .
Buen encaje de dos personalidades fuertes , si que convencidos ambos de la evidente parcialidad : tu mitad era necesaria para mí y la mía para tí , en todos los terrenos , comenzando por el atractivo físico y continuando por todo lo demás .
Hemos mezclado bien lo dulce con lo útil , aunque sin duda tú has aportado más elementos reactivos , quizá porque eres experta en química y nunca permitiste que la fórmula quedara reducida al laboratorio .
De todo esto que afirmo , Carmen , son un buen ejemplo los dos primeros viajes que hicimos a Castilla , mi otra tierra que tan deseosa estabas de conocer .
El primero , dentro del viaje de novios . El segundo , con el primogénito de un año , justo el verano "tórrido" de 1.970 (no te rías) . Pero esto es otro capítulo de la historia , que te recordaré mañana .
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