ALUVIÓN SINDICALISTA , TODOS A UNA
La vida política y sindical del profesor era escasa , incluso por propia decisión de marginar actividades que no le competían en absoluto . Reconocía que la política era una actividad mecesaria para el buen gobierno de los pueblos . Que los sindicatos resultaban necesarios para el equilibrio entre las clases dominantes y las desfavorecidas en lucha incruenta , más civilizada , pero lucha al fin .
No se sentía dotado , ni intelectual ni moralmente , para participar activamente en tales contiendas , era una limitación suya . Razón por la cual , y es importante , jamás aceptó un cargo ejecutivo , sabedor de que no haría bien . Su trabajo era de asesoría y orientación para quien deseara llamarlo a colaborar . Y así aconteció durante muchos años .
Al propio tiempo , también era consciente de la necesidad sindical , mucho más en la etapa de transición política que les tocaba vivir . A la sazón , una de sus colaboradoras oficiales fuera de la universidad , muy activista ella , le sugirió la posibilidad de un encuentro sindical apropiado . Finalmente , el profesor acepto la propuesta , convencido de que tal encuentro resultaría oportuno y conveniente para la vida entorno .
Como así sucedió , aunque fué una semana de locura , con más de cien sindicalistas murcianos , españoles y americanos en aulas ulturales , plazas , terrazas y cafeterías viviendo a tope . Largas sesiones y conclusiones jugosas cara al futuro . Quizá lo más llamativo fue la confraternidad entre los de allá y los de acá , quede para la historia .
El profesor conoción y departió con tres persojes dignos de mención , empezando por el aguerrido José Cánovas , jefe de Comisiones Obreras en Murcia , personas de menguados estudios académicos , pero inteligente , sagaz y luchador como pocos . Buena amistad entre ambos . Al final , el profesor lo convenció para que hicera su graduación social en la universidad , que los estudios nunca sobran y contribuyen a favorecer el propio y trabajo y las inquietudes renovadoras y salvíficas que los impulsan en su conciencia de cambio para mejor .
Otro fué Nicolás Redondo , el gran patriarca de la Unión General de Trabajadores , luchador incansable , bien formado y asequible , aunque no en exceso , su condición de vasco así lo determinaba .
El tercero , Antonio Gutiérrez , gran maestre nacional de Comisiones Obreras , joven , inteligente , buen gestor , flexible y negociador hasta donde los principios permitían razonablemente .
La cena final con él fué todo un acontecimiento social y personal . Al hilo del buen yantar y el moderado buen beber , el profesor descubrió que el sindicalista escribía versos , lo que permitió una parte de la conversación más cercana y personal , casi estética .
Por otra parte , se trataba de un hombre joven , atractivo , amable y buen conversador , lo que impresionó bastente al elemento femenino del equipo , lo que añadía un tono jovial y comunicativo también digno de ser anotado .
Pues que de todo hay en la viña del Señor . Y no sólo de pan vive el hombre . Y sigue siendo bueno el consejo de Horacio , el poeta latino : "Mezclar lo dulce con lo útil" .
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