Y DE PRONTO LLEGÓ JOSÉ HIERRO , EL GRAN POETA
EL PROFESOR HABLÓ CON ÉL POR TELÉFONO Y LE DESBORDÓ SU DON DE FACUNDIA , SU VITALIDAD Y SU AGUDO SENTIDO DEL HUMOR , SIEMPRE A PUNTO .
Primer encuentro elegante y discreto , la convocatoria para un acto académico en función de su magnífica poesía que mucho habŕia de gustar a los alumnos . Pues bien , a pertir del segundo , fué creciendo auténtica y profunda amistad , de las que duran crecientes para toda la vida , de esas que puedes contar con los dedos de una mano y que responden a lo más hondo de la palabra amigo . Y aquí reconozco haber sido muy afortunado , pues a través de los libros logré una esplendida gavilla de amigos increíbles a dedicación absoluta , al extremo que a veces dudo si mi correspondencia fué similar .
Podría escribir un libro con la experiencia Hierro . En todo caso , contaré algunas anécdotas reveladoras , para empezar diciendo que , aparte gran poeta , también era pintor magnífico , que nos fué derramando de cuadros y dibujos a lo largo de veinte fructíferos años .
Una pasión auténtica , siempre viajaba con sus bolígrafos y rotuladores , que colocaba sobre la mesa a la hora de las comidas , de los variados y divertidos repás que con él vivíamos .
Cuando en el restaurante usaban servilletas de tela , generalmente blancas , las utilizaba para los cuadros . En ocasiones por iniciativa e imaginación propia , otras veces pregunta a los comensales por sus preferencias y motivos elegidos . Y pintaba , pintaba , sin excluir a nadie , camareras , dueños del local , incluso algún curioso que se acercaba para saludos sorpresa . Mientras pintaba , hablaba sin parar , con gran sentido del humor y siempre chispeante y amable .
Tengo la casa llena de sus cuadros y dibujos , generalistas y personalmente dedicados . El caso de Javier Polo , estudiante y joven profesor por aquellos años , resulta ejemplar por la personalísima y profunda amistad que desarrollaron , por la cercanía intelectual , sensible y psicológica que los unía . Aquí subo unas muestras para vuestro disfrute .
Siempre que viajaba hacía doblete con Cartagena , pues era jurado de un prestigioso premio literario . En una ocasión cayó enfermo y hubo de ser internado en la UCI cartagenera . De inmediato fuimos a visitarlo en familia . Solo dejaban entrar un familiar para la visita . En cuanto llegamos , su mujer Lines se abrazó a Carmen (grandes amigas también las dos) y entre sollozos me dijo : "Vamos , Victorino , que te estamos esperando para que entres tú primero" . Ellos eran así y así se comportaban .
En efecto , me revestí de hospital y entré con mucho cuidado para no despertarlo , pues reposaba cargado de tubos y con los ojos cerrados . Algo debió notar , pues de pronto abrió los ojos , dió un respingo y exclamó como asustado : "! Por Dios , la santa compaña !" . No lo podía evitar , el humor le brotaba por todos los poros . Claro , yo llevaba patucos , bata , gorro y mascarilla , es natural que pensara en la "santa compaña" de la tradición mortuoria . Aquella escena , vista desde la mirilla por el resto de familiares , la recordaríamos jocosamente en muchas ocasiones futuras .
Otra vez y tras una opípara y festiva cena , me dijo con claridad : " Mira , profesor , tú eres magnífico , pero resultas demasiado intimidador ante tus alumnos y colaboradores , yo lo noto , te tienen excesivo respeto . Así que , si no te importa , coge a Carmen y Lines y os retiráis por el foro a vuestros lares a descansar . Nosotros nos quedamos aquí en república libertaria de ciudadanos para pasarlo bien con total libertad " .
Tercera anécdota reveladora de su caracter . Le repitió el ataque respiratorio y estaba en el hotel con la necesaria asistencia . Fuimos a visitarlo . Aquella tarde estaba programado su recital en la Facultad de Letras , que el profesor había aplazado por razones obvias . Ni por esas . Cuando se lo dije casi monta en cólera . " Nada de aplazamientos , yo voy como siempre y lo hacemos como siempre , pues no faltaba más" . Y allí estuvo , con su bombonita de oxígeno y sus cables respiratorios .
Ültima nota por hoy . En un momento dado enfermó de gravedad , Lines nos informaba puntualmente . Y una mala mañano nos informó de su muerte . Carmen y yo cogimos en coche y nos plantamos en su casa . La previne de la fama de su marido y la parafernalia prevista para el entierro , aunque él había dispuesto la estricta familiaridad . Pero las cosas son como son y el espectáculo público de La Almudena fué memorable .
Cuando todo el ceremonial hubo terminado , Lines dijo a Carmen : "Ahora la familia vamos a comer a un restaurante amigo . Vosotros dos venís con nosotros , Pepe lo hubiera querido así , tú lo sabes" . Y fuimos las dos únicas personas asistentes fuera de la familia natural .
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