Y LLEGÓ FELIZ OCTAVIO PAZ , PREMIO NOBEL
Y nos hizo felices a todos , es justo decirlo , aunque teníamos previas informaciones sesgadas a propósito de su elitismo y otras no virtudes , naturalmente inventdas y falaces . Incluso se nos llegó a decir que , dado su status, no descendería jamás a viajar a tan pequeña universidad y a ciudad tan perdida en el mapamundi . Que Santa Lucía les conserve su clarividente visión a los improvisados y muy caritativos profetas .
Vino para dos días y estuvo cinco . Los agoreros avisaron que nos cobraría y un dineral , y no aceptó ni un euro . Y había que verlo triscar por el valle y santuario de La Fuensanta , como joven despreocupado y contento , libre del empaque tradicionalista que se le adjudicaba .
Y es que lo tratamos como al gran señor que era , sin reparar en "gastos intelectuales y morales" , tal como convenía y mi equipo sabía realizar .
Su llegada fué memorable . Al avión fueron a recibirlo los dos equipiers correspondientes , con el encargo de llevarlos al hotel mientras desarrollábamos la primera mesa redonda sobre su obra , en el aula de cultuta de la Caja del Mediterráneo . Pero nuestra sorpresa fué tremenda cuando vimos recortarse su figura en el claroscuro de la puerta del fondo , haciendo gestos para pasar inadvertido y sentándose los dos , María José y él , en las butacas de la última fila .
Me faltó tiempo para ordenar que encendieran todas las luces y advertir de su insólita presencia . Puesta en pié , la abarrotada sala le tributó estruendoso aplauso . No quería de ningún modo , pero le hice subir a la mesa presidencial para sentarlo en el centro , como correspondía . Y entonces nos obsequió con el primero de sus varios discursos emocionantes .
Fueron a Lorca , porque a su esposa le interesaban los bordados . Y Cartagena , y el Santuario de La Fuensanta , y todos los epetecibles rincones de Murcia . Repito , vinieron para dos días y llenaron cinco .
Capítulo crematístico . Como presidía el jurado del Premio Loewe , me indicó que el viaje México-Madrid lo pagaba la Fundación . Ahorrro significativo . Ya desde Madrid , volvió a indicarme que tampoco debíamos pagar el trayecto Madrid-Murcia , también se hacía cargo la Fundación , buen detalle de Enrique Loewe . De modo que solo tuvimos que pagar el hotel . Hablamos de sus dineros por la conferencia y el recital : se negó en redondo a cobrar nada "después del trato exquisito que me habéis dispensado" . ¿ Se puede pedir más finura y elegancia ?
Aún hay más . El día de su marcha se acercó a recepción para pagar los quince o veinte periódicos , casi todos mexicanos , que había pedido . La chica me miró desde el mostrador , leve gesto por mi parte y el señor Paz que viene a mí : " Déjame que pague mis caprichos , eso al menos" . " Octavio ¿ me vas a dejar como cicatero por tan pequeña factura ? " . Los grandes lo son para todo .
Y nos ofreció una escelente conferencia-cploquio en las aulas de la Facultad , los alumnos no salían de su asombro admirativo , ¿ tan buen poeta y tan bien preparado y erudito profesor ?.
Pero sobre todo nos brindó un impresionante recital en el Paraninfo de la Universidad , frente a cuatrocientas personas sentadas y una multitud escuchando en el exterior por megafonía .
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