Y APARECIÓ CELA EN MURCIA Y EL ESCORIAL
Con su desbordante humanidad , física y espiritual , que desbordaba y contagiaba pasión de vida por todos los poros . Con su grave voz un tanto cavernosa , sus andares casi de aplastante dinosaurio , con el humor y la risa siempre a punto , con su palabra esencial y convincente . Impresionó a todos y todos lo rodeaban en legión .
Previamente y también en primavera como tantos , nos visitó en Murcia . Venía de una cura de adelgazamiento y reposo junto al mar , y hacía gala de comer frugal por razones obvias . Menos mal , dijimos , porque si llega a ser lo contrario no sé qué habría sucedido con los yantares .
Pues veréis , tras los amables saludos de bienvenida , tuvimos el primer repás , familiar siempre en tales situaciones , en el restaurante "Los Apóstoles" , cuyo nombre dio mucho juego relajante a la hora del aperitivo , mezclando lo religioso elevado y lo humano a ras de tierra con humor entre gallego y alemán .
Asistieron mis tres hijos , Javier y Lydia y Mari Carmen Polo, Marina Castaño tal que acompañante obligada , y Carmen Alba como hidalga matrona que todo lo dispone . Comida familiar sin la más mínima inhibición , si que con la natural reserva de los jóvenes .
Se produjo un abierto coloquio variado . Las dos mujeres , hablando y disponiendo . Literatura mediante con Javier y Lydia . Pero rapidamente Cela intuyó que el gran venero de conversación y praxis lo centraba la hija menor , Mari Carmen , por lo que la colocó a su derecha en la mesa redonda de "cuadrado pino" (citó a Espronceda con oportunidad y gracejo) , por lo que deseaba que aconteciera y así ocurrió .
Vigilado por Marina , cela comió una gran bandeja de cigalas y gambas , sin postre . Pero el ingenio ... en un momento dado me pidió que explicara a Marina los hermosos cuadros del comedor , bodegones . Nos levantamos y mientras yo explicaba , Cela urdió con mi hija : "Pide esa gran copa de mousse de chocolate con dos cucharas " . Cuando regresamos de la pinacoteca y al ver una copa ya vacía , Marina reconvino al escritor . "A mí no me mires , es que esta niña tiene un gran saque y ha duplicado el postre , golosa que es ella ¿verdad Mari Carmen?". La complicidad y la ley del silencio fueron totales .
En el verano nos fuimos al Escorial , para uno más de los tantos homnajs que sele rindieron , aunque por entonces la fauna literaria no estaba mucho por la labor , antes al contrario , sus "herederos" en las Letras lo minusvaloraban sin razón y sin causa , lucha genracional y demasiado brillo en el escritor de Iria Flavia .
A mí no me importó , sino todo lo contrario , andaba enfrascado en dos pequeñas empresas de reconocimiento : nombrarlo Doctor honoris causa por mi universidad , y dedicarle un curso monográfico , con todo merecimiento por su parte . De la segunda os hablaré más adelante , ahora recuerdo El Escorial .
Inauguró el curso , texto impresionante , respuesta unánime , éxito absoluto como cabía esperar . Participaron profesores , escritores y críticos especiaalizados en su obra . Los alumnos se lo pasaron bien a tope . La personalidad de Cela , su cercanía y su sentido del humor desbordaban , una semana para las vivencias intensas y para el recuerdo sine die .
Y es que yo siempre le estuve agradecido , desde que a mis veinticinco años dediqué mi Tesis de Licenciatura al "Sistema narrativo de C. J. C " , tarabajo que mereció todos los parabienes del escritor , que me pidió un ejemplar original para su colección privada . De aquellos tiempos conservo una colección de cartas , pequeño tesoro en mi archivo .
Desde entonces todo fué comprensión y amabilidad por su parte . Hasta que , profesor ya bien asentado en la universidad y con holgura económicas gracias a beneméritas instituciones financieras , lo invité por vez primera para viajar a la universidad de Murcia .
Vino con entusiasmo , como si de joven escritor se tratara . Y tanto éxito de público tuvo , que llenó el aula académica (unas quinientas butacas) y fué necesario colocar megafonía en el exterior para la mucha gente que siguió el acto en la calle .
Describir lo acontecido aquellos día sería tarea vana por imposible . Os contaré solo la última anécdota , que sucedió en la despedida con mi equipo juvenil en pleno .
Cela debía marchar a Valencia para impartir conferencia a los vinateros , buenos amigo suyos . Un joven vendría a recogerlo en coche . Plaza de la Catedral , todos esperando en el salón del hotel frente a los ventanales . En esto que entra el joven , saluda y propone iniciar elviaje . Despedida gritado y jocosa , abrazos enormes y acompañamiento hacia el automóvil : un citroen dos caballos color butano . Pensé que la "humanidad" física de Cela no cabría , pero nada se resiste a los jóvenes , que acabaron embutiéndolo . Y de tal guisa enfilaron viaje .
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