Recuerda , Carmen , que este asunto lo discutimos mucho durante muchos años, incluso cuando éramos estudiantes .
Entendíamos que lo fundamental universitario se asienta en dos pilares clave : la transmisión del saber en evolución y la investigación .
Digo saber (conocimiento) y no sólo acumulación de datos y fórmulas . Quizá el ejemplo más negativo sea el chino que , durante siglos , transmtían los mismos conocimientos invariables , de modo que el saber se estancó , era patrimonio de las castas dominante , incluso se ascendía en la escala social y de poder en función de la cantidad de signos aprendidos y dominados . La memoria reproductiva prevalecía sobre la razón discursiva .
En occidente las cosas algo distintas , pero no mucho y también desde los inicios de la universidad como tal , a partir de las escuelas y monasterios , que almacenaban
los conocimientos como tesoro cuasi inamovible , bastante estanco .
La universidad moderna viene caracterizada por la razón que investiga , discute y avanza . Y aun así , casi todo permanecía dentro de las aulas , a anera de reducto escasamente inaccesible . Para mal en la práctica , podía predicarse la fórmula de Góngora : jardines abiertos para pocos , cerrados para muchos , cuando debiera ser todo lo contrario .
Pero claro , el poder siempre desconfió de la inteligencia en ejercicio . Y sabido es que el pensamiento conduce a la libertad , la ciencia y el arte .
Cuando un pueblo piensa , sus gobernantes tiemblan , así sean dictaduras o democracias siempre tuteladas , hasta los días que nos toca vivir .
Siempre dije que para la enseñanza y educación sólo hay dos elementos imprescindibles , un estudiante con deseos de aprender y un profesor con sabiduría y ganas de enseñar .
Por eso mismo , cuando supe que me quedaba fijo en la universidad como profesor , comencé a publicar y poner en práctica las ideas pedagógicas laboriosamente aprendidas , con frecuencia en franca discrepancia con los profesores al uso , demasiado anclados en el "magister dixit" y un tanto encerrados en su propio huerto .
La primera idea la manifesté intramuros , para sorpresa y cierto escándalo de mis tres reconocibles maestros a los que , por otra parte , tanto debe mi formación y preparación para tan alta , comprometida y peligrosa labor . Insisto , peligrosa por las resistencias diamantinas de tantos a remover muros y cimientos de algo tan catedralicio como el saber en ebullición .
Esta idea tiene un nombre en mi campo de actuación y trabajo : el comentario de texto .
Durante siglos , casi todo se basaba en la buena explicación profesoral y la dispuesta recepción de los alumnos . Y eso no estaba mal , si que resultaba insuficiente , pues que sólo había una voz en monólogo y poco más .
El comentario de texto exigía diálogo socrático , voces distintas y aún distantes , asamblea bien entendida , y gran capacidad del maestro para orientar a los posibles discípulos .
Dicho de otro modo , Carmen . Libertad en ejercicio racional como base de todo conocimiento cabal .
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