Ayer , Carmen , me llamaron de una radio hispana pra una entrevista y una visión de los universitarios de antaño y los de hogaño , que diría don Quijote .
Lo hacen porque conocen mi condición de Catedrático de Literatura , muy vinculado al mundo hispano , como bien sabes y has vivido de cerca semejante realidad , amén de que mucho podrías decir tú en torno a la enseñanza y los esudiantes , dada tu condición de Catedrática de Física y Química .
Hoy me corresponde hablar a mí y espero que estés de acuerdo con el eje central de mis respuestas e ideas , que tantas veces hemos puesto en común a lo largo y ancho de medio siglo .
Vayamos al meollo de la cuestión : estudiante es aquel que estudia , como profesor es aquel que profesa . En este momento , don Pero Grullo se sentirá satisfecho con tan profunda y refrescante afirmación .
Lo digo para iniciar la respuesta . Hablo por experiencia propia, como estudiante y como profesor .
Acontece que quienes fuimos niños de la postguerra tuvimos escasas oportunidades de hacer el bachillerato , salvo que los padres fueran pudientes . Había unos cuantos colegios religiosos , que acogían a los hijos de las más poderosas familias . Muy pocos institutos públicos , a los que acudían los chicos de clase media que tenían la suerte de vivir cerca del centro .
Había también un escuálido sistema de becas para los estudiantes muy inteligentes y muy trabajadores , entre los cuales tuve la fortuna de encontrarme , gracias a mis padres que me proporcionaban una preparación muy por encima de lo normal , amén de inculcarme hábitos de trabajo y responsabilidad , todo junto como única salida y liberación cara al futuro .
Luego vino una etapa convulsa , desnortada , con sucesivas leyes educativas de presunta modernidad . Se rebajaron niveles y exigencia , de modo que el estudio dejó de ser un signo de distinción favorable y valorado .
Al final , hemos llegado al desastre actual : numerosas universidades , inútiles casi todas , escaso esfuerzo, escasa preparación , de modo que los títulos universitarios han perdido casi todo su valor personal y profesional .
Miles de títulos ¿para qué? . Miles de graduados con preparación menor que la de un bachiller de , condenados al paro y la frustración ¿ para qué? .
Sé que te gusta , Carmen , lo que estoy escribiendo .
Mañana escribiré sobre mi trayectoria docente , muy parecida a la tuya . También te gustará .
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