jueves, 12 de mayo de 2016

Malhadada historia y TRES

      Intento terminar esta historia, que en un país de verdad civilizado (donde los gobernantes fueran algo cultos y respetuosos con el patrimonio histórico y cultural, no solamente fotográfico y folklórico) habría merecido atención y aprecio, de modo que bastantes instituciones hubieran solicitado su recepción y guarda. Pero vivimos donde vivimos y no se le pueden pedir peras al árbol.
   Es lo cierto que el Archivo siguió creciendo sobre aquellas bases prometedoras. Cuarenta años de trabajo constante, con los más grandes y significativos escritores españoles e hispanoamericanos viniendo a vivir con nosotros, con la creación de premios literarios exitosos, la publicación de libros múltiples, etc.  En suma un acopio de materiales audio, más primitivos, visuales, mucho más modernos, y escritos intemporales. Como ya he dicho, más de doce mil documentos valiosos para el presente y, sobre todo,para el futuro incluídos los investigadores.
   Ha hablado con todos los posibles, a título individual, personal e institucional. Largas conversaciones, buenas palabras y promesas, pero escaso eco de realidad, comenzando por el compromiso firme de ubicación, que hubiera podido ser la Consejería indicada, la Biblioteca Regional o algo parecido. Todo baldío, por falta de visión, por carencia cultural y sensibilidad de los responsables políticos de turno. Y lo digo porque han sido dos legislaturas, con sus correspondientes cambios de personas, con las que he tenido que batallar y explicar las mismas cosas hasta cuatro veces. No hubo manera, de modo que pensé acogerme a las tres universidades americanas (del Norte) dispuestas a llevarse el archivo, documento por documente, a cambio de una establecida remuneración económica, cuando mi oferta para los de aquí era completamente gratuita.
   Así las cosas, la Universidad de Murcia y su Facultad de Letras estaban dispuestas para la recepción y cuidado. pero cambió el >Rector y el Decano, por lo que vuelta a empezar. Y debo decir en su descargo, que el nuevo Rector y el nuevo Decano aceptan con gusto.
  Así que, en esas estamos a estas alturas. Primeras conversaciones fructíferas. A la espera del espacio para la ubicación material. Y la digitalización de lo que convenga y pueda ser. Debo decir unas palabras de agradecimiento especial para Ana, Yéssica, Yolanda e Isabel, cuatro beneméritas alumnas que vienen dedicando un tiempo precioso a la organización previa de los materiales que pueblan el Archivo. Jóvenes, estudiosas, vocacionales y con ganas de saber más y mejor, cumplen satisfactoriamente la previsión del clásico, que subtituló  "Aprender-instruir deleitando" el precioso libro  "Los cigarrales de Toledo", de tan ilustrativa y agradable lectura.



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