ROSA CHACEL , REGALO IMPAGABLE
Lo fué para todos los que tuvimos el placer de conocerla en vivo y en directo , tanto en el Paraninfo abarrotado de la universidad , cuanto en los restaurantes y plazas de la ciudad , entre cafés y alguna pequeña copa incitadora del ingenio y la alegría .
Viajaba acompañada de su atento hijo y de su nuera , una cubana atezada , amable y siempre pendiente de los detalles .
Realizó su trabajo con puntualidad y donosura , incluído gran sentido del humor . Y dejó a los jóvenes , sobre todo a ellos , colgados de su encanto y cercanía , en mutua corriente de ósmosis emocional .
Era y se mostraba coqueta y presumida por sobre otras muchas cualidades . Recuerdo la primera comida en el hotel Arco de San Juan donde se alojaba . Veníamos del trabajo , y antes e sentarnos a la mesa pidió ir al baño . Cuando regresó venía pintada y repeinada . "Es necesario estar siempre en perfecto estado de revista , que nunca se sabe" . Y comimos a plenitud de risas y alegría .
Enérgica y activa pese a su eda , también queso asistir en verano al Escorial , donde la recibimos dos años con todo gusto y sabor .
En una ocasión coincidimos con Rafael Alberti y nos llevaron a cenar a un buen restaurante de Madrid . Primero , una larga y nostálgica conversación entre los dos pues mucho tenían que decir y recordar . Me colocaron frente a los dos , se colocaron la servilleta en la pechera según la mejor tradición , y me pasé todo el tiempo arregándoles las viandas en el plato . Rafael comía poco , pero Rosa era de buen yantar , ingirió todo lo que ofrecían y el menú no era precisamente ligero .
En fín , nos dejó una hermosa estela de amistad , comprensión y cercanía , una de esas experiencias que se graban y se recuerdan siempre . Sobre todo los jóvenes resultaron encantados y admirados . Una gloria humana .
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