UNAS NOTAS PREVIAS , PARA MAYOR CLARIDAD
LO CIERTO ES QUE LO FUÉ DESDE SU PRIMER Y REITERADO VIAJE A NUESTRAS AULAS Y CALLES .
Desde el primer momento el equipo lo tuvo claro . Cuando les pregunté por el primer nombre posible , respondieron a coro unánime !Ana maría! . Y obramos en consecuencia .
La llamé , hablamos media hora y aceptó encantada , un poco temerosa por la responsabilidad ante los exigentes universitarios , y eso que ella ya había dado clases en universidades norteamericanas . "Pero no es lo mismo , profesor , aquello era más liviano y familiar " . "Pues bien Ana María , aquí entre nosotros también tendrás todo lo familiar que desees , y lo liviano no va contigo , lo puedo asegurar .
Después pensamos en media docena más de buenas escritoras , vivas y en plenitud de escritura , algunas famosas , otras no tanto , pero todas con méritos suficientes para dar explicaciones en torno a la Literatura como fenómeno estético y social .
También desde el primer intento , las chicas del equipo lo tuvieron claro . Ellas , el equipo , se ocuparían de todo lo concerniente a ellas , las escritoras . "Por razones obvias y coherentes , profesor , no van a ir ellos a recibirlas y darles la bienvenida , y acompañarlas luego por si quieren ir al tocador o de compras , por ejemplo . No sería correcto ni fino . No se hable más de este asunto . !El mundo femenino para el mundo femenino!" .
Visto desde ahora , aquello bien pudo parecer un grito antimasculino , pero todo el mundo lo aceptó de buen grado . Primero , porque parecía razonable . Segundo , porque si los chicos hubieran expresado razones de igualdad , habrían perdido la batalla , pues que lo cortés no quita lo valiente , o lo que viene a ser los mismo , el encanto no quita la firmeza . !Pues buenas eran las componentes del equipo , de manera especial las más jóvenes! .
Contaré la primera anéctota reveladora . Como era costumbre , dos equipiers recibieron a la escritora a pie de avión y la condujeron al hotel , desde donde me llamaron para "dar el parte de guerra" , como dijo la más inquieta . "Pero tarde usted un poco en venir , porque la escritora tiene que arreglarse , retocarse un poco y cambiarse de vestido , usted ya me entiende" .
Lo entendí perfectamente , porque era lo natural , oportuno y esperado . Pero faltaba la guinda de la tarta . Cuando llegué ya estaban esperando todas en el hall del hotel . Y digo todas , porque no solo estaban las dos acompañantes del ritual . Había ocho . Y ningún muchacho . Queda anotado , para los futuros y esclarecedores de la historia .
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