DESPUÉS DEL CENTENARIO , MAYOR ACTIVIDAD
Aunque pueda sorprender , así fué sucediendo . Las aulas , eso siempre lo primero , estaban a rebosar de alumnos propios , alumnos adventicios y personas mayores especialmente interesadas , que me pedían permiso para asistir no solo a mis clases , sino sobre todo a la presencia de los escritores en las aulas para saber cómo se manejaban en términos estrictamente académicos .
Con ello tuvo que crecer el equipo , ya de por sí numeroso , pero era natural ya que , dicho al modo evangélico , "la mies era mucha y pocos los segadores" . En este sentido destaco a Mari Carmen Vázquez , Rosario Hernández y Toñi Alonso , bajo cuya égida de profesoras experimentadas , organizadoras natas y entusiasmadas con un trabajo agradecido , todos los demás se movían como pez en el agua . Imposible nombrarlos a todos , más de doscientos en total , aunque todos merecen los parabienes y el recuerdo afectuoso .
Veamos algunos datos reveladores y satisfactorios .
Siempre me oían decir que lo primero era la universidad y su trabajo interno , ya que sin él yo no sería lo que deseaba por encima de todo , ser profesor . Y así , desde las aulas y su empeño prioritario , lo demás vendría dadopor añadidura . Lo entendían perfectamente y actuaban en consecuencia .
Y pues que todo lo discutíamos en asamblea liberal y consuetudinaria , tal que un senado grecorromano , dimos en pensar que el título de Doctor honoris causa constituiría un buen empeño con el que todos saldríamos ganando por enriquecimiento mútuo .
En primer lugar elegimos a Jorge Luis Borges , nos pareció natural y congruente con nuestra manera de ser y considerar . Lo habíamos leído , lo habíamos estudiado , lo habíamos explicado en clase muchos años . Y empezamos el camino hacia su consecución . Primero , mi trabajo por teléfono para contactar con él . Siempre dije que a mí me dan un teléfono fijo y muevo el mundo (no así con el móvil , que apenas sé manejar) . Otro día os explico los avatares y circunstancias de aquella memorable aventura satisfactoria .
Después vino Ernesto Sábato , el existencialista tan querido y leído por mis alumnos . Todo fué sobre ruedas , lo invitamos , no se creía que hubiéramos pensado en él para tan gran honor . Vino , lo realizamos , todos contentos y felices . También os contaré luego la gratificante aventura de tenerlo entre nosotros .
Y al cabo , Mario Vargas Llosa . Pero este aso merece comentario aparte , por la espectacular repercusión que tuvo , como era de esperar dada la personalidad y dimensión mediática del autor de "La ciudad y los perros" y "La fiesta del chivo" , valgan los ejemplos .