PRIMER VOLATÍN O SALTO SIN RED
Pues sí , amigos , llegó el momento de actuar abriendo las puertas y observando lo fuera acontecía . Y lo que podríamos emitir novedoso , pleno de amistad y un tanto revolucionario para los tiempos que aún corrían .
" La casa sosegada , el can dormido " , así decía el clásico algunos siglos atrás , pero tan presente . Teníamos ciertamente la casa sosegada , nuestra pequeñña casa dentro de una casa grande , pero en completa ebullición potencial , siempre dispuesta para abrir-cerrar puertas y ventanas , en ocasiones para la suave brisa , a veces para el torrente vendaval , para todo estábamos dispuestos y preparados , salvo para la quietud adormecedora .
También teníamos el propio can dormido , pero con un solo ojo , el otro siempre avizor , en tensión parturienta como dijo el filósofo Ortega y Gasset , para despertar al vecindario próximo y lejano , en orden a comenzar la tarea de buena madrugada y hasta "la del alba sería" , como extrajo Don Quijote de la hermosa y fecunda lengua de su mentor Don Miguel de Cervantes .
En consecuencia natural , el profesor hizo la primera proposición al equipo : Traer a un buen escritor hispanoamericano para iniciar el curso y las tareas ya estudiadas y convenidas . No hizo falta votación , porque los ojos se adelantan a las palabras .
Tan solo preguntaron ¿ Quién ? Respuesta inmediata y sonora : Juan Carlos Onetti , admirado y leído en nuestras aulas a la sazón , véase la lista de los cien libros obligados para el trabajo diario .
El teléfono , la estafeta de correos , la gestora de viajes , las aulas adecuadas dentro y fuera de la universidad , la recepción y acompañamiento permanente del viajero , los textos preparatorios ... En fín , todo lo previsto y ya en marcha .
Al día siguiente a primera hora de trabajo , el encargado de organización del equipo llamó a la puerta de mi despacho : " Profesor , ¿ ha llamado ya al señor Onetti? " . "Advierte que son las nueve de la mañana , dentro de un par de horas" . " A la una pasaré por aquí para ver el resultado " .
En ese justo momento el profesor pensó si no se habría excedido en la requisa y formación del equipo , si no serían demasiadas las exigencias formuladas . Pero pensó también que nunca es tarde si la dicha es buena y que la buena cosecha suele ser fruto de la buena siembra , con algunas pequeñas raíces adventicias .
También sucedía por aquellas calendas que el profesor tenía un buen alumno , concejal de cultura en el ayuntamiento , si que no integrado en el equipo , y al é recurrió por razones crematísticas , pues que no solo de pan vive el hombre y el evento llevaba acompañados diversos gastos que debían ser prevenidos , como bien le había informado el equipier de bolsa y cambio .
Llamó al joven concejal que , en principio , sintió un poco de miedo ante la directa convocatoria personal . Todo se aclaró en los primeros minutos de charla , se trataba de ver si el edil disponía de presupuesto para conferencias y coloquios . El alumno colaboró a satisfacción proporcionando un cheque nominal de diez mil pesetas , honorarios del escritor viajero . El capítulo de avión , tren , taxis , hotel y posibles libaciones varias quedaba al margen , cuyas fuentes de financiación posibles rapidamente fueron sugeridas por el agente y portador de bolsa .
El profesor , por tanto , llamó al señor Onetti , que residía en Madrid . No pudo hablar con él , quizá por razones de horario , pero sí con su amable y diligente esposa . Acuerdo total en las condiciones previas .
El cheque fué remitido , pero la esposa indicó esperar unos días para los billetes de avión . Veremos lo que sucedió al fin .
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