LA VIDA CONTINUABA ALREDEDOR
Llegados a este punto , puedo contaros docenas de anécdotas si os interesa . Me preguntáis y os explico "sine die" ( Lydia sabe latín ) .
Como recordáis , vivíamos en la casa del río , en la margen derecha , frente a la Diputación y el Gobierno Civil . Salón , cuatro habitaciones y una gran terraza con hermosas vistas pues era quinta planta , desde donde se veía el Instituto de la abuela , apenas a doscientos metros , llamado Floridablanca , entre la Glorieta y la Diputación .
Así comenzamos la nueva vida familiar con agradable y feliz mootonía . Los padres , trabajando y educando . Los niños creciendo . Y todo muy ordenado .
Mientras tanto , el abuelo Angel , que vivía en Hellín , encontró una mujer cordobesa , soltera y un poco menor que él , y al poco tiempo se casaron . Una buena mujer que vino bien a todos : el abuelo ya no estaba solo y la familia lo agradeció . Hacíamos frecuentes viajes para verlos y todo transcurrió estupendo , hasta que al abuelo le dió un infarto de miocardio , del que se recuperó , aunque bastante afectada su salud . Finalmente se fueron a vivir a Córdoba , donde murió unos años después .
Los abuelos paternos , Victorino y Lydia , vivían en Molina de Segura , muy cerca de Murcia . Desde que nació Javier los visitábamos a diario , casi siempre al atardecer , cuando los abuelos terminaban su jornada laboral .
La bisabuela Lydia tuvo una larga enfermedad hepática y murió joven , a los sesenta años . El bisabuelo Victorino la sobrevivió bastantes años , murió a los 86 .
En esos momentos hicimos un panteón en el cementerio de Nuestro Padre Jesús de Murcia , donde ahora reposan los dos bisabuelos paternos y la abuela Carmen esde el día 26 de julio de 2.018 . El bisabuelo Angel está enterrado en Córdoba .
Mientras tanto , la vida familiar en Murcia transcurría normal y plácida . Durante el curso escolar , la abuela en el Instituto , el abuelo en la Universidad y los niños en el colegio , Javier en los Maristas , Lydia y Mari Carmen en las Carmelitas .
Las vacaciones de verano se repartían en dos tandas . Lugares distintos , por razones de diversión y salud psicosomática , pues para una vida sana, equilibrada y feliz , es necesario que el cerebro y el cuerpo trabajen y descansen en tiempos sucesivos y adaptados a la edad , necesidades y apetencias de cada uno , según la edad y otras circunstancias complementarias , pues que no todos los trabajos y diversiones son iguales y con idéntico valor para todos .
Por eso íbamos un mes a la playa , para recibir los beneficios del mar que son muchos . Resulta que a la abuela le gustaba mucho la playa y los interminables baños y las interminables tomas de sol . El abuelo era todo lo contrario , se bañaba lo justo y necesario para la salud . Y así lo hacíamos un verano tras otro . El abuelo los trasportaba con todos los adminículos necesarios , los dejaba y se iba al supermercado , a correos , a las compras y recados necesarios . Compraba el periódico y lo leía con parsimonia sentado en una terraza frente a las olas y fumaba , con delectación una cachimba o un puro habano , sin prisas , en ocasiones solitario , a veces en suculentas conversaciones con algún amigo de parecidas fobias y filias . Por la tarde , juegos diversos , paseos , tómbolas playeras para niños , lecturas y los habituales helados antes de regresar a casa para la cena . Y películas casi todas las noches en los cines de verano al aire libre .
El otro mes , generalmente agosto , generalmente agosto o julio , dependiendo de las temperaturas veraniegas , complemento beneficioso del mar por el oxígeno y el aire puro de las alturass . El Urbión , los prados , el río Duero , la pesca de truchas y las frecuentes excursiones campestres .
Allí la vida era muy diferente , como ya sabéis por vuestros veranos en Vinuesa y la casa del Pirri . Los hermanos pasaban casi todo el día en la calle con sus amigos , pues no existían peligros , aunque las gentes eran mucho más agrestes y montaraces, un poco brutos , en comparación con los mediterráneos . Incluso los niños salían después de cenar y se recogían sobre las doce sin ningún problema . Los mayores iban o venía a casa de amigos , largas conversaciones , paseos en compañía y poco más . No existían discotecas ni otros centros de diversión en Duruelo , aparte La Sociedad , una especie de casino de pueblo con billar antiguo , el de las tres bolas .
Excursiones frecuentes a Cabeza Alta , Castroviejo , Santa Marina , a Logroño , a Burgos , a Covarrubias , a Soria y , sobre todo , al monasterio de Santo Domingo de Silos , para oir misa a las ocho de la tarde y escuchar el canto gregoriano de los monjes .
Hay que decir que la distancia entre Murcia y Duruelo de la Sierra es de 650 kilómetros . El viaje lo hacían en dos etapas parando a comer en Madrid , casa el tío Bernardo . Reemprendían a media tarde y llegaban y llegaban a la Venta Nueva sobre las ocho . Cenaban y último tramo del viaje ya entre pinares . Cuando llegaban al pueblo se producía un primer jolgorio , preguntad a vuestros padres y os lo contarán con todo lujo de detalles , pues lo vivían intensamente .
Para vuestro conocimiento y sorpresa el viaje lo hacían en un coche bastante buen , Seat 1.430 , que compraron cuando nació Javier y a propuesta de su bisabuela Lydia para sustituir al pequeño 850 azul , alias El Topo , como lo conocía toda la familia . Se distribuían así : el padre , conduciendo ; el abuelo , de copiloto ; en el asiento de atrás , la madre , los tres hermanos y el pastor alemán Thor ; en el maletero , todo el menaje para el veraneo (entonces no se decía turistas , sino veraneantes) . Y así , todo un mes en completa libertad .
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