Las dos de los buenos tiempos a plenitud , aquellos en que no parábamos un minuto . Eramos bastante más jóvenes y podíamos con todo , porque partámos de lo fundamental bien asentado .
Fueron dos reconocimientos , mucho más importante el tuyo . La metopa mía me la regaló la Academisa General del Aire , como consecuencia de una conferencia que ofrecí a los cadetes . Agradecido el jefe de la Academia , me la entregó con todo afecto .
La tuya tiene más transcendencia , incluso en las dimensiones y el bronce que la adorna .
Por aquellos años tú dirigías el Instituto de Espinardo , bastante conflictivo . Relizaste una excelente labor como
profesora , como directora y como madraza no solo de alumnos , sino también de los ˋprofesores jóvenes que te iban llegando .
Un día , como reconocimiento , las autoridades de Las Torres de Cotillas te solicitaron que pronunciaras el pregón de las fiestas , con todo mereccimiento . Lo preparaste con mimo , lo redactaste y me lo diste para la corrección gramatical y expresiva . Ni una sola corrección , recuérdalo . Magnífico pregón frente a los muchos alumnos , las fuerzas vivas y el grueso del pueblo reunidos en el acogedor salón .
Toda una fiesta , que después celebramos con un ágape relajado , divertido y amistoso , magnífica ocasión para la convivencia .
Y allí te entregaron , entre aplausos y vítores , la famosa metopa , con el escudo de la ciudad . Episodio emocionante y extraordinario de los muchso que hemos vivido y gozado .
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