miércoles, 19 de octubre de 2022

VIDA BREVE DE UN PROFESOR ( 157 )

 VEJEZ  SERENA  COMPLACIENTE ,  Y  AÚN  LABORIOSA




     Y tras la madurez creadora llega la vejez comprensiva ,  o la senectud .  Pero nunca esa cursilería de la tercera edad con la que intentan engañar a los pobres viejos ancianos .

     Cada edad tiene su afán y su menester .  Pretender la eterna juventud es un mito y un deseo que indica falta de madurez ,  escaso desarrollo intelectual y moral .  No debe olvidarse que la moral no es un conjunto de normas establecdas por los hierofantes de turno ,  se refiere al grueso de hábitos y costumbres que la sociedad y los individuos van acumulan ,  en perfección creciente ,  a lo largo de la historia ,  patrimonio de todos y pra todos .

     Pretender anclarse en una de la etapas que la vida ofrece suele ser ambición de tontos .  ¿ Se imagianan una sociedad solo poblada por niños o por viejos o por jóvenes iconoclastas ?  ¿ Cuánto tardaría en desaparecer ?

     Contradecir violentando las reglas de la Naturaleza no solo es pecado de lesa humanidad ,  sino de torpes individuos que ignoran el por qué de su presencia en el mundo ,  en esta tierra que se nos ha dado para todo ,  en plan equilibrado de complemento .

     Por mi parte ,  me encuentro muy a gusto ,  contento y agradecido por haber llegado a esta edad avanzada ,  en la que ya no tengo los piés alígeros de Aquiles o de Ulises ,  pero he desarrollado otras habilidades en las que pueden reparar los jóvenes ,  no para imitarlas ni regodearse en ella ,  sino para considerar el paso del tiempo inexorable al que un día llegarán ,  como lección moral que les permita ver que no noto es uno y lo mismo para siempre ,  a la manera de Parménides ,  sino más bien como elrío interminable que ponder´o Heráclito .

     Lo hemos leído y aprendi mil veces ,  en ocasiones con escaso éxito de aprendizaje teórico y práctico .  El río suele nacer en pequeña fuente y ,  creciendo su caudal por deseo y obligación , terminar con sus caudales aguas en el ancho y acogedor mar .

     ¿ Y qué tengo yo en estos momentos de inexorable y lenta transición ?  Pues casi todo lo que un hombre ha ido acumulando previsor a través de los años vividos ,  sin grandes ambiciones cuyo tiempo ya pasó ,  pero sí con aquello que puede alegrar la vida limitada en reserva para los viejos ,  aunque también sin la pacaata y adormecedora rsignación mal entendida .

     Lo más importante ahora ,  la salud .  La conservo discreta ,  con los achaque propios y necesarios de la edad que me afecta .  No he tenido fuertes enfermedades ,  no las tengo aún ,  y espero no tenerlas ,  aunque sé muy bien que el hombre propone y Dios dispone .  Como dijo Machado , hace tiempo que estoy listo para el último viaje ,  pero sis prisas ni colaboración por mi parte .

     Luego está la familia como clave de tantas cosas .  Ya no me preocupan en absoluto los hijos ,  mayores y con sus propias familias ,  pero sí me ocupan los nietos ,con los que desarrollo algo que no pude hacer con los hijos por razones evidentes .  Cuatro viven cerca de mí ,  los veo a diario y su pujanza y deseos de vivir aprendiendo son algo indispensable para mí .  La satisfacción ,  la concordia y la complicidad nos caracterizan .

      Después vienen los amigos ,  de los que pocos me van quedando ,  lo que me produce aspereza espiritual ,  si que conservo media docena de mutua compensación .  Ninguno me falló ,  a ninguno creo haberle fallado .  Capítulo importante éste de la amistad ,  sin el cual la vida sería mucho más difícil .

       Me jubilé hace tiempo ,  lo cualno implica inacción y vagancia ,  mucho menos vegetar sin horizontes .  Mientras me lo permitieron ,  trabajaba en loque más me gusta ,  impartir clases para el aprendizaje mutuo .  La pandemia interrumpió aquella labor compensadora , pero no renuncio para cuando desterremos las mascarillas .

     Leo mucho ,  escribo bastante , clasifico y ordeno el inmenso archivo de tantos años ,  personal y profesional cuyas fronteras a veces se diluyen ,  escucho música ,  hablo por teléfono (siempre fijo ,  eso sí ,  pese a que mis nietos me regalaron un excelente móvil que vaga por la casa sin aparente destino) ,  me reuno de vez en cuando para tomar café y hablar del  "ubi sunt" sin añoranza ,  aunque sí con cierta dosis de nostalgia ,  propia de la edad ,  paseo sin prisas cuando la meteorología lo permite ,  y reflexiono a diario sobre casi todo lo que me rodea .

     Como diría el clásico ,  vivo solo en mi pequeño terruño sin falsas aspiraciones ni quejas inútiles y molestas pata los demás .  Vivo ni envidioso ni envidiado .

     Y también como dejó escrito elclásico ,  rodeado de pocos pero buenos libros ,  dos en el centro de la pirámide :  la Biblia y el Quijote ,  sobre mi mesita de noche .

     Sic  transit  gloria  mundi ...  ciertamente .

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