lunes, 3 de octubre de 2022

VIDA BREVE DE UN PROFESOR ( 149 )

 LOS  CEMENTERIOS ,  LA  VIDA  TRANSCENDENTE





   Ayer escribí sobre los monasterios ,  hoy lo hago a propósito de los cementerios ,  que tan mala prensa suelen tener al considerarlos lugares lugares tristes y patéticos .  Y nada más lejos de la realidad que nos circunda .  Todo depende de la opinión que tengamos sobre la muerte .

   Cuando alguien de nuestro entorno muere se producen dos situaciones polares en exceso extremadas :  un festival de celebración y comida ,  un recogimiento desconsolado para llorar .  In  medio  virtus ,  como decía el filósofo .

   La cultura judeocristiana ,  durante siglos y de manera popular ,  ha presentado los cementerios como algo tremendo y digno de ser visitados en contadas ocasiones para llevar flores a los difuntos y elevar una oración .  Nada más lejos de la realidad bien mirada .

   Veamos .  Se nos ha dado la tierra para vivir la primera etapa ,  olvidando que aguarda la segunda vida eterna ,  de manera que la estancia en los cementerios significan un eslabón de enlace ,  donde reposan los restos físicamente perecederos a la espera de la resurrección gloriosa .  Hablo para cristianos naturalmente ,  aunque todas las religiones tienen fórmulas particulares para semejente trance .

   Nunca me parecieron mal los cementerios ,  ni eludí mi presencia en ellos .  Antes al contrario ,  me ha gustado y gusta visitarlos .  Por ejemplo ,  en el cementerio de Nuestro Padre Jesús están enterrados mis padres y mi esposa .  Ya no puedo verlos y hablarles en casa ,  pasear con ellos por un parque ,  tomar un café sentados en una terraza .

   Cierto ,  pero no definitivo por acabamiento sin esperanza ni remisión .  Pero puedo acercarme al pequeño panteón donde reposan juntos .

   Ahora vengo de allí .   Le he llevado las flores habituales y que yo sé que les gustan ,  no en vano vivimos tantos años juntos .  he limpiado un poco el entorno .  He elevado las correspondientes horaciones por sus almas .  Después me he sentado frente a las lápidas y he tenido una larga conversación ,  como cuando estaban vivos entre nosotros .

   Imagidad cómo me conocían y cómo los conocía ,  por eso no ha sido un monólogo solipsista .  Yo les cuento lo que me acontece a diario .  Ellos me responden ,  porque sé las respuestas tantan veces escuchadas a lo largo de toda una vida .

   Aquí no hay parapsicología ni otras monsergas por el estilo .  Aquí hay vida palpitante ,  como cuando estaban en la tierra .  Una marchó cuando yo tenía treinta y cinco años recién cumplidos .  El otro ,  cuando yo tenía cincuenta de madurez bien lograda .  La última ,  cuando yo tenía ochenta ,  a las puertas también de la transición .  Toda una gama de sensaciones ,  emociones y experiencias que nunca terminan y siempre permanecen .

   Si así lo deseamos ,  nuestros muertos nos acompañan tal que cuando estaban vivos entre nosotros .  Y el tratamiento debiera ser el mismo .  Yo así lo hago y lo vivo .  Deseo que también vosotros lo hagáis ,  si así os place .

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