jueves, 13 de octubre de 2022

VIDA BREVE DE UN PROFESOR ( 154 )

 NIÑO ,  JOVEN  ADULTO  Y  VIEJO




     Pues vereís ,  amigos ,  ayer fué domingo y dediqué la mañana al reconfortante  dolce  far  niente ,  como dicen los italianos .  Muy necesario y conveiente ,  aunque solo fuere por el equilibrio psicosomatico .

     Eso sí , primero asistí a la misa dominical ,  práctica que realizo durante toda mi vida ,  pues ya sabéis que soy católico convencida desde que me recuerdo por el mundo .  Mejor dicho ,  soy cristiano ,  pues que la palabra católico incluye determinadas teorías y prácticas de nuestra religión con las que no estuve nunca muy de acuerdo ,  de manera especial cuando se refieren a las jerarquías ,  que habitualmente devienen politicos revestidos de sotana y pontifical en diversos grados .

     Pues bien ,  las horas matinales se me fueron en alas de los recuerdos ,  de los acontecimientos que fueron conformando mi vida ,  desde una niñez feliz dentro de la escasez general ,  bastante montaraz y altiva ,  hasta una cátedra universitaria con todo lo que ello supone de cambio personal ,  crecimiento y algunos puntos de casi alcanzada perfección humana que me fueron otorgados .

     De la niñez recuerdo una familia pobre ,  pero de padres cultos y sensibles .  La escasez material no suele afectar a la niñez ,  como a mí me sucedió ,  me recuerdo alegre ,  muy activo , entregado a permanentes juegos ,  a la vez que bastante interiorizado  meditador .  Y muy estudioso por influencia de los padres y por mi propia naturaleza ,  alternaba bien un fuerte partido de pelota vasca y el aprendizaje de lo mucho y bueno que mi padre nos enseñaba en la escuela .

     Me gustaba leer todo lo que caía en mis manos .  Y recuerdo haber leído  "Los héroes" ,  de Carlyle ,  a la puerta de mi casa y a la luz de una enorme farola ,  que me ofrecía mejor iluminación que las titilantes bombillas de casa ,  época de postguerra y luz el´ectrica intermitente .

     Dos fen´omenos de aquellos tiempos gloriosos :  la leña del monte y la biblioteca parroquial .

     Había escuela ,  juegos ,  diversiones ,  alegría de vivir , escaso pan negro de racionamiento ,  amigos jaraneros ,  explosión vital a plenos poros ,  bailes sábados y domingos también para los niños mezclados con los adultos ,  pero también había el monte y su leña para templar el rudo invierno .  Yo sabía que debía llevarlo a cabo ,  por sugerencia de mi padre ,  siempre ojo avizor a todo lo concerniente .  Tardes de verano con hacha y enorme carretilla de rueda chirriante .  "Después de clase ,  cuando termines tus asuntos ,  recuerda que debes recoger la leña necesaria para el frío" .  Lo recordaba y lo hacía ,  casi nunca solo ,  pues que siempre había el buen amigo y la buena amiga que me acompañaban .  Así tejíamos nuestra personal historia ,  que se iría convirtiendo en pasado siempre presente cara al futuro .

      La biblioteca parroquial era su reverso complementario y muy satisfactorio ,  aventura intelectual-sensible cargada de mensajes que la imaginación inteligente iba gobernando aú sin saberlo a ciencia cierta .

     Por aquel tiempo había llegado al pueblo un grupo de chinos emigrados ,  todos jóvenes ,  que apenas conocían nuestra lengua ,  pero con los que nos entendíamos bien .  Fueron alojados en la casa parroquial y el sacerdote ,  ayudado por mi padre y otros maestros ,  montó una feliz biblioteca ,  unas docenas de libros diversos como tesoro asequible .  Y así ,  terminada la jornada diaria de trabajo y escuela ,  visitaba la biblioteca ,  leía un rato en ella y me llevaba a casa el libro de turno para la noche .

     A la sazón ,  tenía una excelente amiga que me acompañaba ,  tan buena lectora como yo ,  lo pasábamos bien leyyendo juntos .  Y muchos años después ,  yan en la universidad ,  cuando conocí la famosa historia literaria de Paolo y Francesca ,  sonreí con amabilidad ante el turbión de recuerdos que se agolparon en mi cabeza .

     Mañana ,  la etapa juvenil ,  para no ser prolijos .

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