NIÑO , JOVEN ADULTO Y VIEJO
Pues vereís , amigos , ayer fué domingo y dediqué la mañana al reconfortante dolce far niente , como dicen los italianos . Muy necesario y conveiente , aunque solo fuere por el equilibrio psicosomatico .
Eso sí , primero asistí a la misa dominical , práctica que realizo durante toda mi vida , pues ya sabéis que soy católico convencida desde que me recuerdo por el mundo . Mejor dicho , soy cristiano , pues que la palabra católico incluye determinadas teorías y prácticas de nuestra religión con las que no estuve nunca muy de acuerdo , de manera especial cuando se refieren a las jerarquías , que habitualmente devienen politicos revestidos de sotana y pontifical en diversos grados .
Pues bien , las horas matinales se me fueron en alas de los recuerdos , de los acontecimientos que fueron conformando mi vida , desde una niñez feliz dentro de la escasez general , bastante montaraz y altiva , hasta una cátedra universitaria con todo lo que ello supone de cambio personal , crecimiento y algunos puntos de casi alcanzada perfección humana que me fueron otorgados .
De la niñez recuerdo una familia pobre , pero de padres cultos y sensibles . La escasez material no suele afectar a la niñez , como a mí me sucedió , me recuerdo alegre , muy activo , entregado a permanentes juegos , a la vez que bastante interiorizado meditador . Y muy estudioso por influencia de los padres y por mi propia naturaleza , alternaba bien un fuerte partido de pelota vasca y el aprendizaje de lo mucho y bueno que mi padre nos enseñaba en la escuela .
Me gustaba leer todo lo que caía en mis manos . Y recuerdo haber leído "Los héroes" , de Carlyle , a la puerta de mi casa y a la luz de una enorme farola , que me ofrecía mejor iluminación que las titilantes bombillas de casa , época de postguerra y luz el´ectrica intermitente .
Dos fen´omenos de aquellos tiempos gloriosos : la leña del monte y la biblioteca parroquial .
Había escuela , juegos , diversiones , alegría de vivir , escaso pan negro de racionamiento , amigos jaraneros , explosión vital a plenos poros , bailes sábados y domingos también para los niños mezclados con los adultos , pero también había el monte y su leña para templar el rudo invierno . Yo sabía que debía llevarlo a cabo , por sugerencia de mi padre , siempre ojo avizor a todo lo concerniente . Tardes de verano con hacha y enorme carretilla de rueda chirriante . "Después de clase , cuando termines tus asuntos , recuerda que debes recoger la leña necesaria para el frío" . Lo recordaba y lo hacía , casi nunca solo , pues que siempre había el buen amigo y la buena amiga que me acompañaban . Así tejíamos nuestra personal historia , que se iría convirtiendo en pasado siempre presente cara al futuro .
La biblioteca parroquial era su reverso complementario y muy satisfactorio , aventura intelectual-sensible cargada de mensajes que la imaginación inteligente iba gobernando aú sin saberlo a ciencia cierta .
Por aquel tiempo había llegado al pueblo un grupo de chinos emigrados , todos jóvenes , que apenas conocían nuestra lengua , pero con los que nos entendíamos bien . Fueron alojados en la casa parroquial y el sacerdote , ayudado por mi padre y otros maestros , montó una feliz biblioteca , unas docenas de libros diversos como tesoro asequible . Y así , terminada la jornada diaria de trabajo y escuela , visitaba la biblioteca , leía un rato en ella y me llevaba a casa el libro de turno para la noche .
A la sazón , tenía una excelente amiga que me acompañaba , tan buena lectora como yo , lo pasábamos bien leyyendo juntos . Y muchos años después , yan en la universidad , cuando conocí la famosa historia literaria de Paolo y Francesca , sonreí con amabilidad ante el turbión de recuerdos que se agolparon en mi cabeza .
Mañana , la etapa juvenil , para no ser prolijos .
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