domingo, 9 de octubre de 2022

VIDA BREVE DE UN PROFESOR ( 153 )

 EL  PREMIO  NOBEL  Y  OTROS  PREMIOS




      Cuando escribo en estos momentos a punto estamos de conocer quien será el Premio Nobel de Literatura correspondiente a 2.022 .  Me parece bien .

     Escrito está que sin los premios literarios ,  la literatura moderna y contemporánea sería muy distinta de lo que ha llegado a ser .  Ignoro si para bien o para mal .

     Es lo cierto que no me parecen mal los premios literarios en danza ,  los contemplo como un capítulo más de la vida literaria entorno .  Pero tampoco me parecen bien ,  pues que interfieren el mundo de los libros  y la vida de los escritores , con evidentes resultados modificadores en los lectores .

     Los buenos escritores ,  aunque no lo digan ,  siempre andan un tanto azacaneados y pendientes de los académicos suecos .  Y como diría el Arcipreste de Hita ,  "ello le descompón" .  

     Luego están los académicos que conceden el premio ,  quienes en tanto que personas conscientes de su poder ,  pueden estar afectados por circunstancias extraliterarias .  Y las editoriales ,  y los grupos de presión y marketing ,  y algunas otras circunstancias adventicias que influyen y modifican los caminos de la estricta creación .

     Por otra parte ,  al menos en nuestra geografía nacional ,

los premios literarios han florecido como hongos en tierra húmeda .  No hay pueblo ,  asociación o grupo heterogéneo que no haya creado y mantenga una caterva de premios que suelen tener poco de literario ,  pero que pululan ternes en su misión de premiadores y premiados .

      Todo esto desvirtúa y banaliza la literatura como tal .  Tengo un amigo ,  de profesión externa y escasamente relacionada con las Letras ,,  que ha obtenido más de doscientos premios ,  así sean de prosa o de poesía .  No haré mas comentarios .

     Mi experiencia con los premios es curiosa y casi peregrina .  Jamás me presenté a ninguno ,  pero en tanto que profesor he tenido relación amplia con ellos .

     Empezado por el primer colegio en el que dí clase .  Se convocaba un concurso de redacción (para pequeños y para mayores)  que yo debía revisar y seleccionar .  Y ya en aquellos predios empecé a notar determinadas reacciones de los alumnos que no me gustaban .  Y por más que les explicaba que aquello no era nua lucha  por  "sacar y ganar el premio" ,  sino un sano estímulos para mejorar su lengua y modo de escribir ,  nunca logré convencerlos del todo .

     Luego vinieron los jurados en los que debía participar un profesor de literatura .  Muchos en mi vida ,  en ocasiones pesados ,  pero siempre amables ,  aunque la calidad de los textos no siempre merecía la pena .  A veces me preguntaba cómo podían existir tantos escritores en España ,  raro fenómeno que ha ido en aumento .

     Y alcanzada la madurez profesional ,  se produjo una situación dúplice y simultánea :  la creación de nuestros Premios Literarios y mi participación en el jurado del Premio Cervantes de las Letras .

     Por nuestra parte y contando con la amabilidad generosa de Mario Vargas Llosa , creamos algunos premios que tu vieron gran predicamento y difusión .  El premio de nove  "Vargas Losa" ,  el de cuento  "Lituma" ,  el de ensayo para jóvenes universitarios  "Octavio paz"  ,  así como el de cuento  "Julio Cortázar" .  Por centenares llegan originales de cualuiqer lugar del mundo ,  preferentemente de toda Latinoamérica ,  como era natural .  Premios limpios que garantizaban la calidad literaria como única condición para ser seleccionado y premiados .  Los filtros que establecimos eran draconianos ,  no en balde la Universidad era la casa madre que patrocinaba .

     Al cabo ,  mi partiipación en el jurado de los Premios Cervantes ,  honor que siempre agradecí ,  sin aceptar la más mínima sugerencia ,  como sucedía con la mayoría de ilustres compañeros ,  Vargas Llosa ,  Camilo J.  Cela ,  Cabrera Infante ,  y Jorge Edwards entre otros .

     Resulté invitado por ser catedrático de Literatura Hispanoamericana .  Creí que era para una ocasi´on y fueron séis sguidas al final .  Pues muy bien .

     La experiencia resultó aleccionadora ,  múltiple y variopinta donde las haya .  Es lo cierto que podría escribir un grueso libro para recoger aquellas vivencias ,  desde don Camilo en silla de ruedas hasta las sabrosas y jugosas comidas en eMinisterio con el señor ministro de turno .  Como en la  "Cena jocosa"  ,  quédese para mañana .

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