OTRO INTERLUDIO , LOS VIEJOS O ANCIANOS
Me displace sobremanera el intento anormal , incluso contrarrevolucionario , de permanecer joven a toda costa , contra viento y marea sin sentido .
La vida humana es lo que es y no valn componendas ni remiendos . Niñez , juventud , madurez y senectud que preparan para la muerte .
Y no hay que olvidar elviejo adagio : "La juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo " .
El problema está en asumir con dignidad humana el paso del tiempo y su huella , física y mental , por parte de cada uno , sin olvidar que la sabiduría , cuando se ha sabido adquirirla , se produce suprema en la vejez , así como la intrepidez acelerada es patrimonio de la juventud abrasadora del vivir . Cambiar los términos falsifica la ecuación y pervierte la honestidad delvivir .
Un viejo de treinta y cinco años es una caricatura digna de conmiseración . Un joven de sesenta años es otra caricatura lamentable . Particularmente , me gusta mucho la cara que ahora tengo , tenazmente labrada por el paso del tiempo , igual que me gustaba la que tenía a los veinte años , lozana , hermosa intemporal y atractiva . El trueque sería demoledor , lo está siendo para millones de seres humanos , enunciadores de su realidad , visitadores de cirujanos , diz que estéticos , para ocultar retrasando aquello que la naturaleza impone por ley elemental .
De modo que convendría ir desechando falsas creencias y pretensiones bobas , que solo a la tristeza y desesperación final suelen conducir . Eres joven y tienes el rostro adecuado ; eres viejo y tuenes el mismo rostro adecuado . Porque , como diría elconocido caricato , eso contribuye mucho al reconcimiento entre las personas .
Empezando por ese tonto eufemismo de la "tercera edad" . Las palabras vejez y ancianidad son hermosas y cargadas de razón y vida , ejemplo y recuerdo para las otras generaciones que con las viejos y ancianos conviven . y no hay que afligirse , porque aquello que no tiene el joven lo tiene el viejo , para que se produzca bien el equilibrio psicosomático individual y colectivo .
Luego está la gran dicotomía torturante : la mente y el cuerpo , en permanente litigio de crecimiento y lucha por la perfección , si que contradictorio en sus resultados . El joven suele valorar el músculo , el viejo tiende a valorar el cerebro . Y así , la naturaleza contempla el respeto a sus leyes , que permanecerán inmutables hasta la consumación de los siglos del hombre .
Digo todo esto por dos pequeñas escenas que acabo de vivir recientemente , pese a mi edad y mi retiro en relativa paz dejando que el tiempo discurra como conviene .
Primera . Un matrimonio de antiguos alumnos me visita con amabilidad y buenos recuerdos . Al poco de saludar , ella me dice : "Profesor , está usted como siempre de joven y lozano" . Le respondo : "Han pasado veinticinco años , gracias de todos modos " . Y seguimos hablando de la edad, el ubi sunt y otros asuntos de menor importancia .
Segunda . Una antigua amiga muy viajera me llama desde la ciudad . "Estoy en Murcia , vente a tomar un café en la Plaza de la Universidad , quiero recordar viejos tiempos" . Y voy , saludos , un abrazo y palabras de ayer para hoy , o viceversa . Unos minutos después me pregunta : "Mírame bien , ¿ cómo me encuentras ? ". La miro y le respondo : "Estás muy bien , como siempre" . "Hijo , tan parco como de costumbre . ¿No me notas nada nuevo , algo más juvenil?". "Pues claro , guapa , estás más delgada y tienes la cara más tersa". Agita un poco la melena y concluye : "Hijo , los esteticistas hacen milagros".
Tomamos el café a pequeños y espaciados sorbos , hablamos mucho (ella más que yo , que ya es decir) , recordamos añorantes todos los viejos tiempos y casi nada decimos del futuro . Al despedirnos me mira con detenimiento : "Estás como siempre y tienes todo el pelo , eso te hace más joven" . No acierto a darle las gracias .
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