ANTONIO MACHADO , EXTRAÑA CIRCUNSTANCIA
Ayer escribí a propósito del curso nocturno de las Carmelitas , en cuyo desarrollo acontecieron atractivas y hermosas anécdotas que darían para varios relatos .
Pero también sucedió una desagradable , por el hecho en sí y por las derivaciones que se sucedieron , realidad que tenido que vivir en no pocas ocasiones a lo largode mi vida docente , por otra parte tan compensadora .
Veréis . Pasadas unas semanas , la directora del colegio debió abrir la poibilidad de asistencia , pues se había corrido la voz en la universidad y eran bastantes los alumnos externos que deseaban asistir , de modo que abrimos el arco de Ulises y empezamos a contar con la presencia de otros chicso y chicas .
Todo marchaba bien , hasta que llegó una noche curiosa y no esperada . Asistieron dos chicos con su profesor de medicina al frente . Me extrañó al pricipio la presencia de un profeor , que además no era de Letras , pero lo dimos por bueno , quizá se trataba de un empedernido lector ávido de páginas y ejemplo para sus alumnos .
Aquella noche tocaban los "Campos de Castilla" , de Antonio Machado , que las colegialas habían pre-leído con vistas a los pertinentes comentarios .
Les hablé un poco del poeta sevillano afincado en Soria , en cuyo instituto daba clase de francés , de su poesía , de Abel Martín , de Juan de Mairena , de Leonor y la ermita de San Saturio , un poco de todo para centrar el libro y la lectura comentada de sus poemas .
Repito que todo discurría como siempre , clima relajado y en cierto modo feliz . Cuando de improviso , se alzó una voz estentórea y un tanto agresiva : un chico que acompañaba al profesor . Mirándome con intensidad , me increpó : " ! Y de los fusiles ¿ qué tiene usted que decir ? ! ".
En situaciones parecidas me embarga serenidad y calma para evitar tensiones y disturbios dialécticos . Le pregunté lo que intentaba decir . Y se refirió a la guerra , las muertes , los exilios , la barbarie de la dictadura ... y su ominoso exilio a Francia .
Con poco éxito , intenté calmarlo para hablar con tranquilidad , de lo divino y lo humano , si así le apetecía .
Le propuse un orden metodológico , incluso le cité a San Pablo cuando recuerda que los niños hablan de las cosas de los niños , y los hombres de las cosas de los hombres . Que ualquier mezcla puede ser oportuna si los ingredientes lo son , pero que mezclas chuurras com merinas suele ser mal ejemplo de imprevisibles y no deseadas conclusiones .
Le dije que allí estábamos esa noche para hablar de la poesía de Machado , de su libro "Campos de Castilla" , y que en otros momentos y otros lugares podía contar conmigo para hablar de todo lo que él y sus amigos desearan .
Capeamos el temporal , leímos varios poemas , los comentamos a placer y terminamos la noche con los buenos deseos de siempre , con entonadas palabras de despedida , mientras caminábamos al encuentro de los brazos de Morfeo .
Al día siguiente me informaron que la discusión encrespada continuó en la calle , una vez cerrados los portones del Colegio .
No me extrañó , dados los tiempos revueltos que por entonces aún corrían . Y sucedieron algunas cosas más , no por desagradables , menos diganas de reseña . Quizá otro día os lo cuente , aunque solo sea como recuerdo difuminado de lo que también ha sido parte de nuestra propia historia reciente .
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