LA PLENITUD DE LOS TREINTA AÑOS ( PRIMERA PARTE, LOS ORIGENES ) .
ME REFIERO A LA PLENITUD PROFESIONAL , largo tiempo buscada y planeada con esfuerzo notable pese a las carencias de aquella época menesterosa , complicada y bastante revuelta pues hablo de los años sesenta del siglo pasado , difícil de entender por las nuevas generaciones , pero real como la vida misma pues en ello nos iba la vida para tantos y tan obligadamente azacaneados .
También puedo hablar de cierta plenitud humana , ya que mis circunatancias familiares y personales propiciaron un crecimiento , si que obligado , no por ello menos deseado y finalmente satisfactorio .
Vayamos por partes y concierto necesario para la historia en desarrollo . Primero la Enseñanza Primaria que , repito una vez más , viene a ser la base de la educación liberadora delos pueblos . Yo la realicé todo con mi padre , gran Maetro proveniente de la Institución Libre de Enseñanza lo que , dicho sea de paso , le valió un expediente de sancion y cárcel . Pero , en fín , tres escuelitas rurales por los campos de Castilla . Montaves , pequeña poblacion de quince vecinos , media docena de alumnos y nulos medios pedagógicos . Eso sí , con una bandera republicana y una gran fotografía de Ramón y Cajal en la pared . En todo caso , naturaleza plena , pequeño valle entre oteros y un riachuelo cantarín .
Luego vino Chavaler , pueblo pobre donde los haya , sin agricultura y con el pan negro racionado , aunque vecino a las ruinas de Numancia y con el río Tera lleno de truchas y cangrejos , en paralelo a la lengua , la historia y las matemáticas , desarrollé destrezas para pescar truchas y cazar cangrejos , que facilitaban a mi madre , gran cocinera y pastelera educada en monjas , ofrecer unas cenas ricas y nutritivas .
Al cabo , Duruelo de la Sierra , donde todo cambió para mucho mejor . Pareciera que habíamos cambiado de país y casi de planeta . Aquí eran todos ricos , pues disponían de bosque comunales que , administrados por el goierno , concedían cada año una "suerte de pinos" (así la llamaban por familia) que solo con venderla ingresaban cuatro veces más que el sueldo de un maestro . De ahí que trabajaran pocos hmbres pues que no lo necesitaban .
Aún así había dos fábricas aserraderos , dos tiendas de ultramarinos y, con el tiempo , algunos pequeños emprendedores que negociaban las "suertes" , por que comenzaban a existir diferencias sociales y económicas .
En casa se desarrollaron dos talleres . Mi padre daba clase a varios alumnos cuyos padres se interesaban por incrementar la sabiduría de sus hijos ; item más , también aceptó clases de adultos por las noches a las que yo asistía regularmente. Y mi madre daba clase de bordados , pintura y otras habilidades a las mozas y algunas madres de familia especialmente dispuestas . Con ello , y entre otras cosas , la econoomía familiar mejoró notablemente .
También existían dos tahonas , la del señor Constancia y la de la señora Pilar . Pero !oh , sorpresa ! allí se vendía todo el pan blanco que pudieras comprar (el pan de ración nadie lo adquiría) , de modo y manera que la sensación de hambre impuesta desapareció como por ensalmo .
Otro dato : las madres iban dos veces diarias a la única carnicería (mañana y tarde) , por lo del frescor del producto . Vivían así de la manera más natural y consecuente , como si en todo el mundo sucediera igual . Podeís facilmente imaginar que el paraíso aquí en la tierra se abrió para mis diez años , los cinco de mi hermano y los meses de mi hermana .
Allí permanecí cuatro años esplendorosos : amigos , escuela bien dotada , primer amor , juegos , deportes múltiples , lecturas infinitas , fiestas y bailes finisemanales en el salón consistorial o en la plaza del frontón o del ayuntamiento .
Y si cuento todo esto es para entender que allí se afincó el primer capítulo consciente de mi tendencia intelectual y artística . Mi padre , en la escuela y en casa con todo el rigor científico y exacto de las cosas ; mi madre , con la lectura comentada , cientos de textos aprendidos de memoria , y además me enseño a pintar pues ella lo hacía extraordinariamente .
Dos anécdotas curiosas , una de padre . Pese a los millones de pinos en juego , allí nadie sabiá cubicar madera salvo hacerlo a ojo , por lo que los vendedores tenían que fiarse de los "expertos" compradores . Cuando mi padre explicó el volumen de los troncos de cono , todo el mundo supo a qué atenerse .
Otra de madre . Sus clases las daba en el Hogar Rural , con una lectora pública por turno , leyendo en voz alta novelas adecuadas , especialmente de la colección Pueyo , cuyo culmen sería Corín Tellado . Yo también me colaba en tales clases .
Y el Hogar Rural que acabo de citar . Era una instalación para el ocio de los niños en los pueblos . Estaba ubicado en mi propia casa , pues mi padre , republicano de toda la vida , coordinaba las actividades de la zona . Había juegos de todo tipo , incluída una mesa de ping pong y una radio potente , que cada noche yo subía al pequeño salón para que mis padres oyeran emisoras como la BBC , radio París y radio España Independiente , estación pirenaica . Total y remate , una de tantas organizaciones del Frente de Juventudas bajo el signo de la camisa azul , que muchos niños vestíamos por fuerte , barata y simbólica .
La biblioteca del Hogar también contribuyó a potenciar mis aficiones intelectuales ya desde aquellos años de la niñez , tan desnortada ideológicamente , pero tan fecunda en ideas y actitudes cara al futuro .
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