LOS GRANDES VISITADORES : MARIO VARGAS LLOSA , JOSÉ SARAMAGO , AUGUSTO ROA BASTOS , OCTAVIO PAZ Y CAMILO J. CELA
Por citar los cinco que más y mejor vinieron a nuestros lares para dejar un hermoso reguero de arte y de amistad mediante las palabras instauradoras .
Venían con la naturalidad de lo establecido y cotidiano , como el que visita su propia casa que siempre tiene las puertas abiertas y se muestra en familia .
Llegaban , impartían doctrina y rigor en las aulas , paseaban acompañados por las calles , tomaban café y conversaban en las terrazas acogedoras y se marchaban conentos , en la esperanza segura de su próximo regreso .
Los acogíamos como lo que eran , unos huéspedes magníficos con los que no era necesario establecer normas de protocolo un tanto frías y distantes . Se mostraban como eran y los recibíamos con toda la sorpresa y el amor espontáneo que suscitaban . Éramos buenos anfitriones y ellos buenos pupilos familiares .
La grandeza de la escritura reconvertida en ideas y emociones propicias para el crecimiento humano afectivo , por las trochas , caminos y veredas que ellos siempre abrían y nos mostraban con generosidad y grandeza . Como diría con toda certeza el gran Machado , "hacíamos camino al andar" , y ellos despejaban horizontes para nosotros , con la hondura del sabio y la cercanía del amigo .
Muy distintos entre sí , evidente , por la diversa genética , psicología , temperamento y carácter , pero todos coincidentes en mostrar su intimidad para nosotros .
Vargas Llosa extrovertido , abierto , buen conversador , se adaptaba bien a cualquier persona y nivel , simpático y atractivo , encantaba tanto a jóvenes como a mayores .
Roa Bastos casi lo contrario . Tímido y reservado hasta que alcanzaba cierto grado de comunicación . Muy afectivo , sabía encontrar los caminos para la intimidad , le gustaba mucho la mujer , las mujeres , tanto jóvenes cuanto maduras , el equipo lo pasaba en grande con él .
José Saramago era un tŕmino medio . Le costaba entablar conversación con los poco conocidos , pero una vez roto el frio inicial , se mostraba cercano , cariñoso y buen conversador elocuente .
Cela siempre fué un ciclón , con su voz grave y un tantocampanuda , no se cortaba nunca en público , pero en privado abandonaba el personaje y dejaba ver y compartir su profunda y emocionada humanidad .
Octavio Paz propendía , sin intentarlo , a cierto misterio y lejanía . En exceso intelectual , parecía cerrar entradas a los no iniciados , pero al final y libre de ataduras académicas , expandía su personalidad con emociones a flor de piel , cercanas y amistosas .
De todos conservo una nutrida suma de anécdotas y situaciones que sorprenderían , sobre todo a los que lo miraban desde un chiché preconcebido que lo retrataba distante . Verlo triscar por los montes entre pinos y hablar con él comiendo en rústico mesón , todo un regalo .
Eran y son grandes , pero ninguno hizo gala u ostentación de su elevada estatura intelectual y artística , todos se mostraron abiertos con nosotros por múltiples razones , y dejaron aquí un respetable número de amigos , calidad y afecto mediantes , difícil de agradecer , pero estimulantes y agradecidos , ya para siempre .
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