ENCRUCIJADA FIN DE CARRERA
Lo fué y de qué manera . Por una parte lo esperaba , pero por otra no dejó de sorprenderme , pues que hubo algunas propuestas inesperadas que , con el tiempo , cambiarían mi vida para mejor .
Veamos . Brillante Licenciado , sí , con muchas puertas abiertas y con sólo una decisión tomada : me dedicaría a la enseñanza en el nivel para el que estuviera mejor preparado , aunadas la vocación , la herencia familiar y la praxis que ya para entonces había realizado un poco a la buena de Dios , como suele decirse .
En efecto , durante los últimos años de universidad había tenido estupendos alumnos paticulares y había sustituído al profesor Ruiz Funes en el colegio de los Maristas del malecón . Buenos estímulos y resultados en ambos casos .
El caso Maristas merece un párrafo . Con pantalón vaquero y camisa en exceso abierta (así me lo hizo notar eldirector del colegio) asistía a mis clases coyunturales . Sin saberlo , fuí observado atentamente (sobre todo porque el hermano Aurelio había sido compañero de pupitre y otras aventuras en la universidad) y un buen día el Provincial me ofreció contratarme una vez alcanzada la licenciatura . Así sucedió y vinieron dos años de profesor normal oficiliazado .
Por otra parte , me comparaba con mi padre , maestro excelente con el había hecho la primaria . Salí perdiendo en la comparación : mi padre tenía unas dotes para los niños de las que yo carecía . Por lo tanto ... Veremos .
Volví de las milicias universitarias , presenté la Tesina y obtuve el título de Licenciado en Filología Románica , dispuesto a lo que fuere saliendo . Pero el hombre propone y ios dispone .
Durante el campamento en Montejaque y mientras perdía diez kilos por los esfuerzos militares , recibí una carta de mi maestro Baquero Goyanes en la que me ofrecía el puesto de Profesor Ayudante gratuito .
Aparte estaba el hecho de las oposiciones , conditio sine qua non para una carrera docente que mereciera la pena , como todo el mundo sabía en aquellos tiempos ominosos , si que prometedores .
Y el posible Doctorado a distancia , sin prisas pero sin pausas , y la necesidad de independencia , y las pequeñas tentaciones mundanas , y tantas cosas que se agolpaban en mi cabeza como almoneda intelectual y sensible .
Y comenzó mi relación con Carmen , capítulo aparte .
Y regresé del campamento , estlizado y atlético , pero con la cabeza hecha un bombo . Cerré los libros y me dediqué al dolce far niente , para poner en orden las ideas y los sentimientos y las apetencias . Un verano a plenitud .
Regresado en octubre , comencó por hablar con el profesor Baquero , con el Decano Calzada y con el rector Batlle .
Pero no adelantemos acontecimintos , que la mies es mucha y pocos los segadores . Quédese para mañana , que no es cuestión de cargar en exceso estos capítulos .
No hay comentarios:
Publicar un comentario