EL NEFASTO SISTEMA DE OPOSICIONES
In illo tempore ... era el único sistema para acceder al trabajo fijo en los tres niveles de enseñanza . Todo muy endogámico y caprichoso , siempre dependiendo de unos cuantos profesores que constotuían los diversos tribunales , lo que producía corruptelas mil ,, formación de grupos de presión , voluntarismos extraños y , en general , un perverso modo de oferencia para los opositores , que debían saber muy bien lo que se jugaban . Hay que decir que el carácter rebelde del joven doctor se avenía mal con semejante procedimiento al uso , en exceso mandarinesco y servil . Pero para eso estaba su padre , al que admiraba sin fisuras .
Un día lo llamó a capítulo y le orientó adecuadamente sin subterfugios . El final de la charla viene dado por lo que , en términos religiosos , se llama la reserva mental liberadora , fórmula extraordinaria para dejar intacta la conciencia , aunque las acciones pudieren parecer otra cosa . Lo puso en práctica y todo salió a pedir de boca , eso sí con mucho humor .
Paren mientes en la coplilla o tercetos encadenados con rima , que recorría los mentideros de los sufridos opositores :
UNO : Lo primero , y principal , es tener al tribunal .
DOS : Lo segundo , y no menos importante , es no tener contrincante
TRES : Lo tercero , y por añadidura , saber algo de la asignatura .
Ya se imaginan las situaciones ponzoñosas e inmorales que se producían con la mayor naturalidad . Pero claro está , vistos los sistemas selectivos que vinieron después a imponerse , aquel método le parecía respetable .
Sin mayores disquisiciones retroactivas , cabe decir que su "status" de opositor siempre despertó la hilaridad de su padre : " Hijo , qué éxito el tuyo . Toda tu vida despotricando contra el sistema de oposiciones (segunda fiesta nacional) , para terminar realizando nueve. Eso se llama firmeza de convicciones " .
En efecto , séis aprobadas y tres suspendidas . Aquí hay que correr un tupido velo , porque los tribunales merecen el respeto de la distancia , aunque el razonamiento de los tribunales se repitió en las tres ocasiones : " Usted es muy joven , tiempo tendrá de lograr lo que pretende " .
Ciertamente , así sucedió , porque el hombre propone y los ministros de Educación disponen . Esta es la relación ominosa , si que necesaria .
Todo comienza con la oposición de Magisterio Nacional Español . Estudiaba segundo curso en la Facultd de Letras . Su padre , siempre previsor y acertado , le sugirió hacerla con su ayuda . Primer resultado feliz .
Después vinieron las de Profesor adjunto de Institutos de Enseñanza media , Catedrático de Instituto , Prof. Adjunto de universidad , Catedrático de Escuelas Universitarias , Prof. Agregado de Universidad , finalmente , Catedrático de Universidad : Literatura Hispanoamericana , explicada gozosamente casi medio siglo .
Con semejante cargamento , la mochila estaba bien llena cara al futuro , cuyo porvenir profesional le permitiría realizar lo que estimara conveniente , sin someterse a los habituales grupos de presión y mandarinismo tan habituales para mal de la enseñanza .
Se retiró a sus cuarteles de invierno para reflexionar y establecer un plan a corto , medio y largo plazo . El retiro supuso unos días en el monasterio de Santo Domingo de Silos , que tantas veces visitaría los veranos futuros , ya casado y con los tres hijos que irían viniendo con intervalos de dos y cinco años .
Cuando regresó a la casa paterna , se halló con 28 años recién cumplidos y unas previsiones adaptadas a su idiosincrasia , que le parecieron útiles para afrontar la vida por delante .
Descubrió que no servía para la enseñanza primaria . Había vivido la dimensión vocacional de su padre y concluyó que no la había heredado en su justa y exigente dimensión . La experiencia en los Maristas también le hizo ver algunas de sus limitaciones para la enseñanza media , aunque se encontraba en ella cn cierta soltura . En tal sentido , pensó que si había de quedarse en la ganada cátedra de Instituto , no le iría mal .
Pero su enamoramiento profundo estaba en la universidad donde , ya desde sus primeras clases como ayudante , se encontraba como pez en el agua , desde la edad de los estudiantes hasta sus propias capacidades docentes .
Dos años de transición . Y al cabo , pidió también la excedencia en el Instituto , para dedicar su tiempo en exclusiva a los claustros universitarios a sus amadas aulas .