Así lo fueron para el profesor , amén de unos padres bien preparados , que armonizaban el amor y la firmeza a partes iguales para educar personas cabales .
Segumos con la comida . El niño Bernardo dijo al hermano que no podía comer la sopa del cocido porque estaba dulce . Y era verdad , pues que la morcilla llevaba piñones , pasas , higos secos y azucar , original mezcla , así como la específica mantequilla soriana . La respuesta del hermano sentenció : " Aunque no te guste , cómetela , es de buena educación " .
Luego vino la pequeña escuela con una biblioteca de no más treinta libros . Y dos peculiaridades notables , una bandera de la República y una hermosa foto de don Ramón y Cajal , con un texto suyo manuscrito sobre la educación de personas y pueblos , que la madre hizo aprender de memoria al hermano mayor , con todas sus benéficas consecuencias esperables .
Pero héte aquí que el invierno allá es de temer , frío y nieve por todas partes . Llegó el día de la Confirmación y el señor maestro debió viajar a Huérteles con los tres niños (hijo mayor incluído) , pues que el señor obispo no podía desplazarse a Montaves : los señores obispos entonces eran así . Los tres mozuelos tapados con mantas recibieron el sacramento y regresaron contentos y ateridos al hogar . ¿ Qué sucedió ? Pues que el futuro profesor padeció una siignificativa pleuresía , con riesgo evidente de la vida . Tres mm,eses de reposo , buena alimentación extra y unas horrendas pastillas de sulfamidas , amén del amor materno , hicieron el milagro .
Desde la ventana de su dormitorio contemplaba el otero nevado , escuchaba el canto de las perdices y veía venir , cada dos días , al señor encargado de traerle la carne fresca . Pasados los años , recordaría a Hans Castorp con una comprensiva sonrisa .
Hay que anotar que axistía el cura don Bernardo , que se desplazaba cada dos domingos para decir misa y catequizar a Hermnia y Victorino con vistas a la primera comunión , previa a la confirmación . Días de charlas hermosas y aleccionadoras . Además , le traía tebeos y algun libro , lo que mucho contribuyó a satisfacer la natural apetencia lectora de los dos niños .
El día de la primera comunión las madres engalanaron la iglesia con ramas y flores naturales , enseñaron algunos cantos a todos y , como en la humilde iglesia no había órgano , ni siqiera un modesto armonio , alguien recordó que un vecino tenía un viejo acordeón . El señor maestro era buen melómanoy tocaba el piano , de modo que se las ingenió para que el acordeón acompañara los cantos religiosos . Y todos felices .
Unos días antes del acontecimiento , Herminia dijo al futuro profesor : " ¿ Sabes ? Después de comulgar , ese día nos van a dar para comer un huevo para cada uno ". El mejor momento de la celebración .
Por lo demás , llegó el fin de curso , se aproximó el otoño y allá para el mes de septiembre , la familia emprendió el viaje a Chavaler , nueva escuela junto a las ruinas de Numancia .
Atrás quedaba el pequeño pueblo , el cvaño del agua junto al avellano , los cantos de las perdices y la pizpireta Herminia , la que solo volvería a ver treinta años después , él ya catedrático y ella convertida en flamante y guapa moza casadera . El hecho de que comenzara hablando de usted al antiguo compañero de juegos y primera comunión , revela muchas cosas y misterios de aquellos año que inmovilizaron la historia .
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