Y los tres , Carmen , detrminantes en la vida y milagros del futuro profesor , Montaves , Chavaler y Duruelo de la Sierra . Ligados para siempre , tiempo y geografía , a las aventuras de una familia bien arraigada pese a las carencias propias de la época .
El primero , Montaves , apenas era una pequeña villa de quince vecinos que vivían aislados del mundo , autosuficientes a partir de una mínimas huertas y unas docenas de ovejas que cuidaban con mimo . Y aún así , la madre del profesor encontró una amiga con cierto grado de cultura y sensibilidad .
Mucho habría que contar de la experiencia de un año alli transcurrido ; mejor dicho , de un curso académico que comenzó en enero y terminó en septiembre . Pero la vida alrededor siempre propia sensaciones que van enriqueciendo el devenir histórico de las gentes .
Comienzo por la épica llegada . Los padres y los dos hermanos mayores , Victorino ( nueve años ) , y Bernardo ( cinco apenas ) , con su melenita rubia hasta los hombros , tal como marcaba la moda de la época .
El padre había paado el primer trimestres solo , preparando la llegada del resto de la familia , apensión con patrona . Había una casa pare el maestro , que limpiaon y arreglaron las mujeres del pueblo : un pequeñosalón , dos dormitorios , cocina francesa con amplia chimenea y una mínima despensa . Todo dispuesto para la recepción .
Renuncio a describir el viaje entren desde La Mancha hasta Soria , muebles y menaje incluídos .
El caso es que los primeros días de enero tomaron el coche de línea . Llegados que fueron al puerto de Oncala muy nevado , el gasógeno se negó en redondo , por lo que hubo que empujar a mano . Y aquí salió la madre espartana . Se enfrentó a los hombres para decirles que su marido era de tierras cálidas , no llevaba ropa de crudo invierno y probablemente cogería una pulmonía con la cellisca . Lo comprendieron y todo discurrió bien sin más discusión .
Por fin llegaron al pueblo de Huérteles , parada en la carretera frente a la tienda del tío Calamín y expectativa final : dos kilómetros a pie hasta llegar a Montaves , terreno pedregal , con trampas de ventisqueros . Los dos niños , felices por la inesperada aventura , triscaban como cervatillos en fiesta . A lo lejos divisaron al alcalde bien pertrechado que salió a recibirlos .
Pero héte aquí que una piedra traidora produjo la caída de la señora maestra , esguince de tobillo e imposiblidad de andar . En esto llega el alcalde, hombre joven y fornido , que sin encomendarse a Dios ni al diablo , coge a la señora en volandas y la trasporta has su propia casa , con gran sorpresa y regocijo de los niños , así como de las mujeres que a la puerta esperaban .
La casa municipal estaba bien arreglada y muy caliento . Y la señora alcaldesa ya tenía la mesa preparada para comer todos en armonía .
En el lar , olla de hierro con tres patas sobre el fuego , recio cocido castellano con abundante carne y una extraña pelota grande y negra que , a los borbotones , aparecía por la embocadura , fenómeno que suscitó la primera pregunta del hermano pequeño al mayor , como buen catecúmeno familiar : " ¿ qué es eso negro que da vueltas ? " .
Interrumpo aquí el relato jugoso , nunca mejor dicho .
Mañana más , todo muy revelador del tiempo y las circunstancias que estaban viviendo . Y que tanto habrían de influir en la conciencia y formación del futuro profesor , siempre avizor a cuanto a su alrededor acontecía .
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