La verdad , Carmen , es que no lo conocíamos en persona , y no eran buenas las referencis que teníamos ,
por aquello de ser el último comunista de occidente .
De todos modos , me instaste a llamarlo como a los demás y veríamos el resultado . Lo cierto es que no pudo ser mejor , tenías razón como siempre .
Lo llamé y hablamos larga y amablemente , porque José Saramago era hombre muy inteligente y perfectamete educado . Quedamos en algo concreto y bueno para todos . Y es que alguien me ha dicho , con certo humor irónico , que yo con un teléfono fijo soy capaz de remover el mundo a mi alrededor . Bueno , lo acepto como un piropo a mi profesión .
El caso es que nos enendimos a la perfección . Yo le ofrecí las aulas de la universidad con cientos de alumnos interesados , y él me prometió su presencia entre nosotros sin condiciones , con toda propiedad y modesta llaneza , pues que dos hombres que hablan claro , siempre acaban por entenderse .
En sucesivas conversaciones fuimos perfilando detalles y concreciones , con una salvdad por su parte : no aceptaría poner precio a su presencia y trabajo , pues era consciente de lo crematísto franciscano que caracteriza a la universidad .
Por el momento , no deseo insistir en más detalles . Solamente anticipar que vino tres veces a Murcia y una cuarta al Escorial dentro de uno de mis cursos veraniegos .
Cuánta razón tuviste tras nuestra prira conversación telefónica . Dijiste : "Este es de los buenos , yn sólo por sucalidad literaria" .
No hay comentarios:
Publicar un comentario