LOS GRANDES : CAMILO JOSÉ CELA
Este hombre siempre comportaba una inesperada explosión de vida que insuflaba energía y gozo por doquier a su paso y a sus palabras .
Su historia conmigo comenzó hace muchos , justo cuando yo terminaba la carrera , cuya tesina de licenciatura afrontó su sistema narrativo . Me manifestó su apoyo generoso e intercambiamos cartas emocionantes , que conservo como oro en paño .
Pasaron los años y un día vino a ora institución , nos conocimos personalmente y comenzamos una creciente amistad que duró hasta su muerte .
Cuando comencé a traer escritores a la universidad , él fué de los primeros . Me previnieron que su agente literario pedía medio millón de pesetas por conferencia . Lo llamé temeroso y me facilitó el camino : "No hables con mi agente , me llamas y me dices lo que quieres " . Así lo hice y le ofrecí la modesta cantidad que la universidad disponía para los conferenciantes , fuera cual fuere su personalidad y prestigio . Rió de buena gana . "Iré cuando tú quieras , y lo haré gratis et amore , para oprobio y vergüenza de los administrativos universitarios . Solo me pagas el hotel " .
Y vino tal cual , y aquello fué una fiesta memorable , eso sí clro , con alguna sesión presidida por los jerarcas universitarios , que una foto es una foto .
Y siguó viniendo hasta que un día le dije : "Las instituciones financieras se han incorporado a nuestros proyectos , no hay problemas económicos . "Muy bien , vuelve a hablar con mi agente y que resuelvan lo burocrático , que quien tiene dinero debe pagar or nuestro trabajo . Y de paso , tú y yo nos quitamos de encima semejante y soberano engorro , joder " .
Tanto era nuestro agradecimiento a su generosidad y presencia , que otro día decidimos proponerlo como Doctor honoris causa . Y entonces "hic Troya fuit" , que diría elclśico . Lo que sucedió daría para un poblado libro , aunque lo resumo así : un desnortado claustro de profesores le negó el placet . Se armó la marimorena y las reacciones fueron tremendas y memorables . En un extremo y como desagravio a tamaño error , el Ayuntamiento le dedicó una hermosa plaza con su nombre bien grabado en hermosa cerámica . En el otro extremo , la asociación de amigos de la capa lo nombró socio de honor . Y entre ambos extremos , una docena de variados desagravios amables , cariñosos y contundentes .
Les ofrecí mi propuesta , que aceptaron gustosos : lo haríamos "Alumno honoris causa" sin más averiguaciones ni componendas , de modo que hablé con el Rector y con los estudiantes . Resultado : el mismo ritual que para los Doctores honoris causa , pero sustituyendo las Autoridades académicas por los representantes de los estudiantes .
Así lo hicimos , Rector , Decano y profesores sentados entre el público , y todos los cargos encarnados por estudiantes representativos , encabezados por el delegado general de estudiantes , que actuó como maestro de ceremonias .
Todo el mundo se movilizó para el caso , con alborozo , y es posible que alguno de los claustrales "replicantes rechazantes" sintiera cierto grado vergüenza y arrepentimiento , ignoro si asistieron a la ceremonia sustiva y compensatoria . El caso es que para la ciudad y para la universidd significó un hito memorable .
Cien anécdotas . Destacaré una peculiar . El excelente pintor Párraga , buen amigo , me ofreció pintar una banda o beca ex professo , la podéis a hombros y pecho de Cela , que la lució con todo orgullo satisfecho y la incorporó a su colección de "objetos raros y curiosos" con todo afecto y agradecimiento profundo .
Esta es la malhadada historia triste que nunca tuvo que suceder . Pero no hay mal que por bien no venga , y el nombramiento de Cela como Alumno honoris causa , con toda pompa y circunstancia sobradamente justificadas constituyó un timbre de gloria para todos . Sic transit ad maiorem gloriam . LAUS DEO .
No hay comentarios:
Publicar un comentario