JOSÉ DONOSO , EL FABULADOR
Él inauguró jubilarmente la saga por los comienzos de los años ochenta , tan acendrados , alegres y esperanzados en ese país de todos nuestros pecados , pero también de todas nuestras alegrías . No debía ser el primero , pero lo fué por razones ajenas a nuestra voluntad , aunque bien aprovechadas por mi equipo incipiente a la sazón .
Veréis , yo había explicado en clase a Juan Carlos Onetti , por varias razones que interesaron a los alumnos , de manera especial por el humanismo profundo de su narrativa . Les hice mirar la lista de cien obras , pergeñadas para su exigencia lectora durante la carrera , les "obligué" a leer las correspondientes , y con ese caudal lo invitamos y aceptó complacido .
Pero el hombre propone ... mis conversaciones eran con su mujer , amable y discreta donde las haya . Y cuando estaba todo dispuesto , me devolvió el cheque de pago anticipado diciendome que por razones de dolencia , el escritor no podía venir en esos momentos . Entendí sus razones y lo aplazamos .
Y buscamos el sustituto adecuado , lo encontramos en José Donoso , que aceptó encantado . De modo que , realizadas todas las diligencias del caso , una buena tarde apareció alto y sonriente , incluso agradecido de antemano , lo que no era necesario pues los agradecidos éramos nosotros .
Su estancia resultó espléndida en todos los sentidos , como escritor y como persona extrovertida y alegre , de hablar pausado , imaginación fértil y fino humor .
Una excelente charla en la universidad , aula abarrotada y no solo de estudiantes de Letras . Coloquio relajado y ameno hasta la hora de comer , contínuas interrupciones a la salida para preguntar , para hacerse fotos , en fín .
Tarde paseada con el equipo , mil anecdotas según me contaron después , encuentros múltiples , saludos y felicitaciones inacabables .
Cena salpicada de todas las salsas posibles , dotes narrativas orales del escritor . Y hacia la una , me dijo que había quedado con pintores , escritores jóvenes y otros artistas en El Hemiciclo . Lo llevé y me retiré . Luego me dijeron , los dos colaboradores pretorianos , que se fueron a dormir pasadas las cinco de la madrugada , muy bien .
Día siguiente de frenética actividad por su parte , nunca solo , predicando por calles y plazas y otros monumentos . Le encantó la catedral y el museo de Salzillo .
A la noche se hallaba fresco y emprendedor . "Profesor amigo , ¿ qué es eso de la La Granja ? " . Y allá que nos fuimos pra sentarnos a la puerta en torno al fuego .
Y fuimos a La Granja a eso de las doce . Y nos sentamos alrededor del fuego encendido a la entrada , se sorprendió del ambiente en plena huerta . Y lo sntré para que conociera la casa . Una vitrina con objetos religiosos , unas acogedoras mesitas con velas , unos gatos siameses campando a sus anchas incluso por encima de los veladores . Y el jefe , un ex sacertote que no había perdido del todo los "hábitos" . El escritor no dijo una palabra , observándolo todo con atención .
Y entonces lo acompañé para que viera los alredores . Unas gallinas australianas cacareando , dos pavos reales trepados a las tapias , y una leona joven atada con larga cadena para evitar incidentes . No salia de su sorpresa cuando regresamos al fuego dela entrada . "Curiosa forma de diversión nocturna" , dió en decir . Continuaba la noche , llegó la madrugada jovial entre risas , agudezas y otras historias estimulantes . De regreso con las claras del día , la ciudad comenzaba un lento despertar .
Un tiempo después ,le dedicamos un congreso a su obra y a su persona , pues ambas realidades conviene armonizarlas para que la literatura no se anquilose ni se convierta en centónde fechas y datos .
Y nació una muy buena amistad . Regresó en otras ocasiones , hasta que un día me informó que dejaba España para regresar a su tierra y a los USA como solía decir . No lo volvimos a ver en persona , y el roto final ya lo conocéis sobradamente . Porque cuando se confunden imaginación y realidad , sin marcar bien los linderos , los resultados suelen ser imprevisibles .
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