La comenzamos hoy , Carmen , como recuerdo y vivencia múltiple , que tantas satisfacciones y alegrías nos produjeron . La verdad es que fueron años gloriosos y agradecidos , plenitud de experiencias y estupendo cargamento de afectos y amistad por todas partes . Hemos tenido la fortuna de coincidir con los grandes escritores de aquende y allende los mares , como gustaba decir Menéndez y Pelayo .
Rico acervo que permanecerá en archivo para los que vengan después , que la institución universitaria siempre seguirá atrayendo a invesigadores y gentes de toda condición , amantes de la Literatura .
También coincidieron esos años , seis en total , con mi condición de miembro del jurado que concedía los Premios Cervantes .
El protocolo se repetía siempre igual . El jurado almorzaba en el comedor del Ministerio de Cultura y , a los postres , comenzaban las deliberaciones y votaciones correspondientes hasta determinar al ganador o ganadora , aunque lo cierto es que las mujeres escritoras aún tenían pocas expectativas .
Todo ello presidido por el Director General del Libro quien , una vez alcanzado el acuero , avisaba al Ministro de turno para la rueda de prensa con los medios de comunicación . Desde allí se llamaba al agraciado y , tods contentos , nos despedíamos hasta el 23 de abril para la entrega del premio y posterior recepción del Rey .
Como había suficientes candidatos españoles e hispanoamericanos , sugería la alternacia anual , para que no se repitieran seguidos varios de allá o de acá . Larga discusión y, aunque no se plasmó por escrito , lo cierto es que permaneció in pectore y así sucedió en muchos años siguientes , lo que me congratula .
En fín , Carmen , tú esto lo viviste tanto o más que yo ,
lo que tambien me llena de satisfacción .
Mañana iniciaremos la saga con Guillermo Cabrera Infante , que no fué mal comienzo , pues al escritor cubano ya lo habíamos tenido varias veces entre nosotros , a plena satisfacción suya y nuestra .
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