Carmen , se nos ha muerto ayer Francisca Aguirre , una gran amiga tuya, gran amiga mía , grandes amigos los cuatro , pues era la mujer de Félix Grande .
Simpatizamos a fonde desde la primera vez que nos vimos , hace muchos , cuando todos estábamos en plenitud . Llegan las horas de las despedidas , y es natural que así suceda por elemental ley de vida . Y aún aceptándolo con ánimo sereno , el dolor te atenaza y es inevitable .
Francis , en primer lugar , era una persona excelente y comprensiva , siempre dispuesta para todo aquello que mereciera la pena . Sufrió durante sus primeros años , como gran parte de quienes vivimos la ominosa postguerra . Mujer de fuerte carácter , luchadora por naturaleza , enfrentó la barojiana lucha por la vida con envidiable entereza , sin dejarse influir por cantos de sirena cuando le llegaron los buenos tiempos , que al cabo fueron muchos y reconfortantes .
Muy buena escritora yy mejor poetisa , con los años fue recibiendo todos los merecimientos y premios que la profesión comporta y suele conceder a los mejores . Nada le regalaron , todo lo recibió como correspondía a su cualificada condición .
Recuerda , Carmen , nuestros encuentros en El Escorial , aquella dédada dorada en la que coindíamos todos los que éramos , muchos y de buen talante . Recuerda las cenas gloriosas en casa de Pepe Esteban , la noche de la clausura de nuestros envidiables cursos de verano . Recuerda cómo la extrañó la primera vez que yo repartiera la comida y sus diversos condumios . Me preguntó que por qué lo hacía y con notables destreza y equilibrio de partes , como aplicación modesta y familiar del milagro de los panes y los peces . Le respondía que todo lo debía a mi madre que , avant la lettre , nos educó igual a sus hijos varones y chicas , comenzando por las tareas domésticas .
Recuerda , también , las desternillantes , y en cierta medida abracadabrantes , cenas cada vez que venían a Murcia junto a otros colegas no menos peculiares y siempre amigos . Sobre todo aquella noche que , junto a Pepe , Félix , Santonja , Luis Alberto de Cuenca y algún otro , les dió por escribir sonetos , aportando cada uno un verso . Memorable la carpeta de originales autógrafos que conservo .
Hoy me duele contigo su ausencia . Pero convencido estoy de que nos veremos en otra dimensión igualmente satisfactoria , comprensiva y sonriente . Y ello me congratula , como bien imaginas y ya sabes .
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