El joven estudiante regresó aquel verano a la casa familiar por vacaciones . Alto , musculoso , tabajador
y guapo (esto último según su madre ... y alguna que otra joven inflamable) . Venía contento , casi pletórico , pues había terminado los dos cursos comunes en la Facultad de Filosofía y Letras con buen resultado .
Dispuesto a la diversión moderada y al estudio recordatorio y de previsión para comenzar la Especialidad de Filología Románica , una buena tarde conversaba con el que había sido su mejor maestro hasta entonces ( con los años sabría que siguió siendo el mejor hasta el fín , cuando el mozo ya era catedrático de universidad ) , a propóito de los más diversos asuntos , pero sobre todo de educación y métodos de enseñanza .
Tocado que fué el tema de la Gramática , el maestro dijo al discípulo mientras liaba el sempiterno cigarrillo de picadura verde : " Muchacho , a partir de ahora ya no puedo enseñarte nada , pues que tú sabes ya más lengua y literatura que yo , ha terminado mi tarea propedéutica contigo ".
El joven apenas necesitó unos segundos para responder : " Veamos . Tú me has enseñado casi todo lo que sé , me has preparado estupendamente para mi trayectoria universitaria a la que no te permitieron acceder . Cierto que yo sé más lengua y literatura que tú a estas alturas , pero no mejor . Que es importante la cantidad , pero la prevalencia siempre debe estar en la calidad . Recuerdo cuando nos explicabas los problemas de aligación , la declinación latina y su reflejo en la española , cuando en dos meses me preparaste para que aprobar la oposición de Magisterio ... tantas cosas , con un método muy original inventado por Sócrates y muy escasamente puesto en práctica .
Recuerda todo lo que debemos a tu magisterio los cientos de niños que pasamos por tus escuelas rurales , por tus colegios ciudadanos .
Porque yo también recuerdo el día en que me preguntaste por aquellos asuntos griegos de los filósofos y los sofistas y otras cosas , sobre todo algo referido a Zenón de Elea y sus famosas " aporías " , de manera especial la que relaciona , matemática y tempoespacialmente , al veloz Aquiles y a la lenta tortuga . Te dije entonces y te repito ahora que Aquiles jamás alcanzará a la tortuga . Tendrán que pasar muchos años para que yo me acerque un tanto a la perfección de tu magisterio . En consecuencia y por favor , no vuelvas a decirme que ya no puedes enseñarme nada más " .
El joven observó que su primer maestro se había emocionado , justo cuando lo vió arrojar el primer cigarro a medio quemar y encender el segundo . Durante más de medio siglo , semejante alteración del orden fumador no volvería a repetirse .
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