INALIENABLE DERECHO DE PRIMOGENITURA .
Un poco de tranquilidad , que al final incluso vais a entender el título , aunque de entrada , los que gustáis de la música sabéis bien lo que es la coda .
Que una pandemia bien entendida dá para mucho , al enos para mí que la estoy pasando sólo , añorando nietos (lo más duro e insoportable) , cafés con amigos , alumnos preguntones y otras juntas humanas , porque soy hombre activo y muy social .
Pero vayamos al meollo de esta tarde calurosa primaveral . No concibo la vida sin mujeres . Al menos , las cuatro imprescindibles sin las cuales yo sería otra cosa bastante irreconocible .
Vayamos por orden cronológico . La primera en aparecer (y en todo lo demás) , la santa madre . Con nombrarla sería más que suficiente . Pero necesito decir algo más . Cuando nací ella tenía veinticinco años y , al revés que en el caso de Gila , ella sí estaba en casa , lo recuerdo bien . Aquí una aclaración , no lo sé porque me lo hayan contado , sino porque lo recuerdo con bastante precisión , he aquí los datos fundamentales .
Nací gritando , no llorando como la mayoría de los niños . El médico dijo con convicción: " Señora , ha tenido usted un revolucionario en potencia". Mi mdre , inteligente y diplomática , respondió sonriendo : "Gracias , doctor , habrá que tenerlo muy en cuenta" . !Y vaya si lo tuvo! . Debo decir que esta joven feliz tenía un carácter híbrido entre Santa Teresa y las mejores madres espartanas .
DESDE SIEMPRE FUÍ EL HERMANO MAYOR Y ESTO MARCA PARA EL RESTO DE LA VIDA , UN PRIVILEGIO .
Sin recurrir a Freud , me madre lo sabía y ejercía como tal . Una gloria , pues que yo disfrutaba de todas las obligaciones sin mezcla de prebenda posible . Me lo dejó claro desde el principio : los hermanos pequeños dependen , en buena medida , del mayor . Y si alguna vez , con osadía digna de heroicidad , me atrevía a insinuar : " Pero es que , maḿá ... " , ella lozanjaba con todo amor y comprensión : " Con los hijos , las madres sabemos muy bien lo que hay que hacer , no nos equivocamos nunca , no lo olvides para cuando seas padre ". " sí , mamá , pero ..." . " Y recuerda que tú
eres siempre el privilegiado hijo mayor . No puedes imaginar mis emociones cuando te alimenté por primera vez , eso una madre no lo olvida nunca , con los otros hermanos ya es un poco diferente " . " Lo comprendo , pero ..." . " Nunca sabrás el gozo de ser el mayor ... Y ahora pon la mesa rápido , que tus hermanos están a punto de llagar del colegio y traen hambre de lobos " .
Con una madre así , ¿ qué más se puede pedir al mundo , donde todos sufren menos los hermanos mayores ? .
Y llegó la segunda mujer a mi vida , la que sería madre de mis hijos . Extraordinaria , rozando la perfección . La conocía desde sus quince años , vestida de uniforme de monjas , ella la mejor de su colegio . Hermosa de cuerpo atractivo , inteligente a tope , bien educada , trabajadora , segura de sí misma (y del resto del mundo) , dulce sin excesos , firme sin excesos , comprensiva , buena conversadora e interesada por el conocimiento sin barreras ni cotos , y muy apasionada en todo , aunque debo ponerle una pega : el sentido del humor no era lo más fuerte de su personalidad . Esposa total , madraza total , independiente y libre como pocas .
Seis años de novios peritieron conocernos a fondo . Cincuenta años de vida en común hicieron el resto . Y cuando llegó el divorcio tras la dictadura , alguna vez para "picarla" un poquito le decía : "En estos tiempos libres ... ¿ tú no has pensado que , quizá , no sé , pudiera gustarte otro hmbre , en fin ..." . Respuesta categórica : " Si tiene tu misma cara , lo pensaré" .
Ni siquiera un sofisma suave se me ocurre . Eso sí , yo seguía siendo el rimogénito privilegiado y , ahora , el jefe de familia casi en el Olimpo . Pedir algo más , queda claro , sería un atentado contra todas las leyes de la naturaleza , humanas y divinas .
Así vivía yo , como un rey seglar favorecido por la dios Fortuna . Pero faltaban las otras dos mujeres para completar el cuarteto . Y llegaron .
Las dos hermanas con tres años de diferencia . La mayor , delgada , poco comedora , muy bien dotada para las relaciones públicas , perfeccionista , inteligente y estudiosa . La menor , fuerte , gran comedora , ejecutiva , con cien amigos , espontánea y directa , inteligente y estudiosa (ma non tropo hasta que llegó a la universidad en Pamplona).
Muy distintas , si que con un denominador común : la tremenda adolescencia que proporcionaron , sobre todo y de manera especial , a su madre , pues yo lo llevé con bastante resignación . A tal extremo que , en más de una ocasión , la madre me decía : " ¿ Cómo pueden pensar , hacer y decir tales cosas ? Yo recuerdo en mis tiempos ...". Aquí la colaboració del padre : "Dices muy bien , Carmen , tus tiempos no son los de ellas . Tú vivías en dictadura , ellas viven en democracia . Piensa que las chicas deben cortar el cordón umbilical y hacerse mujeres a costa de la madre , que sgue siendo su modelo , aunque necesitado de sua variantes personales . Un poco de paciencia y barajar , que esto pasa y vienen los tiempos de la templanza identificadora".
Y llegaron los tiempos buenos , después de la tormenta neurohormonal , como estaba previsto desde milenios .
Así que , una hermosa tarde de otoño (la estación del año que prefiero) , hallábame sentado , no en la famosa choluteca pirámide , sino en el beato sillón de midespacho en casa cuando escuché la voz de la madre dirigiéndose a la hija menor : " Mari Carmen , dile a tu padre (ojo al sintagma) que nos vamos de compras al Corte Inglés , que le dejo preparada la cena só a falta de calentarla un poco , todo lo que le gusta en orden y concierto . Por si nos retrasamos , que él ya sabe cómo son estas cosas ".
Mensaje recibido , con la calma plácida de hombre feliz y satisfecho en su entorno familiar . Esperé unos minutos y me asomé a l ventana del salón fumando mi olorosa pipa . Las vi a las tres perfectamente ataviadas ,
las hijas flanqueando a la madre , conversación animada con los elocuentes gestos de la menor .
Cruzaron la calle y , cuando dejé de verlas , dí en meditar con una sonrisa . Comprendí una vez más , y para siempre , que los armonizados gineceos familiares han sido y serán la principal y mejor garantía para la especie humana en supervivencia , ad maioren gloriam hominis , que diría mi amigo el latinista .
//armonizados gineceos familiares han sido y serán la principal y mejor garantía para la especie humana en supervivencia//
ResponderEliminarAsí ha sido, así es y así será.
Afortunadas ellas por ser las musas de esta inspiración tuya. Me gustó mucho, Victorino.
GRACIAS POR TUS PALABRAS , IVETTE
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