miércoles, 11 de marzo de 2015

Un poco de humor


   En  relación con las obligaciones de lectura y los niños, un poco de humor. Un antiguo alumno, discreto en casi todo, marchó al extranjero y, pese a su modestia intelectual, alcanzó a ser catedrático de Literatura allá por no sé qué paí: hoy lo es en el nuestro.  Pasados unos años, me escribió eufórico. Yo lo había suspendido en un examen sobre Cervantes, pues me dijo que no había leído el Quijote. Se enfadó un tanto. Y al cabo de esos años, esta fuésu respuesta:"Como verá, profesor, se puede llegar a catedrático sin leer el Quijote, pues continúo sin hacerlo, es cuestión de principios".
   Espero una sonrisa comprensiva por vuestra parte, pues que en ocasiones y para nuestro desencanto, el monte sí puede estar lleno de orégano.

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