AUGUSTO MONTERROSO , FINO HUMOR
Lo conocí en El Escorial , un delicioso verano dentro de mis cursos e n torno a escritores hispanoamericanos , mi especialidad durante tantos años en las aulas , pero sobre todo fuera de ellas , mucho más amables encuentros .
Dese el principio supe que nunca sería un autor leído por masas de lectores , minoritario por su forma de ser y , sobre todo , por su manera de escribir , por su estilo .
Tuve la pruba en mis propios alumnos , a los que un buen día recomendé un libro suyo sis más explicaciones previas , con el encargo de que lo leyeran sin prólogos ni aparato crítico . La respuesta fué minoritaria , pero como es un gran escritor , decidimos invitarlo a los encuentros de literatura viva , para que sobre todo los jóvenes pudieran verlo y oirlo y hablar con él .
La experiencia resultó preciosa , especialmente por su cercanía y sentido del humor . Como ejemplo , una frase que hizo reir a todos : "Yo no crezco a lo alto , sino a lo ancho" . Media docena de agudos alumnos del curso hicieron casi un seminario a su propósito .
Coincidió en el curso con Ana María Matute , pareja entrañable que deslumbŕo a todos , por razones obvias que no necesitan explicación . Las sobremesas en la gran terraza merecieron su grabación y merecerían un libro por lo denso , intenso y proyectivo de sus intervenciones .
También lo acompañaba Bárbara Jacobs , su esposa y excelente escritora , aunque menos conocida . Y de allí surgió una hermosa amistad duradera .
Al cabo , lo teníamos todo preparado para su viaje a Murcia , vía universidad como siempre , pero el hombre propone y Dios dispone , según la sabiduría popular . Y se nos fué como él era , sin el más mínimo ruido ni publicidad perturbadora .
Aquel año monté mi curso de doctorado en torno a sus libros y a su figura personal intransferible .
Al poco tiempo desapareció del mundo de los vivos y , entre otras cosas , me permitió una vez más comprobar cómo los coyunturales advenedizos y oferentes en vida , olvidan a los reales verdaderos cargados de méritos .
Yo sí lo conservo en mi recuerdo , por su bonhomía , por su afabilidad , por su fino sentido del humor . Y por lo buen escritor que fué y seguirá siendo para quienes de verdad entienden de literatura .
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