Hago un alto en el camino , a cuenta de un pupitre escolar y mi amigo Marcelino , que lo comenta con el fervor de la añoranza creadora .
Lo he subido a mi face . Debo decir que yo realicé toda la enseñanza primaria con mi padre , Maestro proveniente de la Institución Libre de Enseñanza , el mejor Maestro que jamás pude tener , esto a lo sabeis .
Pues bien , dice mi amigo Marcelino que , al llegar exiliados a México , en el colegio los pusieron en las últimas filas y que acabaron en las primeras con los mejores laudes .
Por mi parte , una pequeña anécdota entrañable . La escuela estaba dividida en tres secciones , de menor a mayor edad , de modo que avanzábamos un puesto cada curso .
Cuando me tocó llegar al segundo de la clase , mis amigos me felicitaron , pues que al curso siguiente estaría el primero , gran galardón para finalizar el ciclo .
Pero ete aquí que llegó el otoño con las primeras nieves castellanas . Yo esperaba excitado que el señor maestro leyera la lista ordenad , con mi nombre en
ultimo lugar , primero de la clase al fin . El señor maestro seguía leyendo hasta completar el laberinto de Creta .
Y ! oh , sorpesa de los clementes dioses ! . Mi nombre fue leído en penúltimo lugar , un año más el segundo de la clase . Protestar por posible error ? . En absoluto .
Sólo que llegué a casa un poco cabidbajo , alicaído . La hermosa y amante madre indagó en mi psique . Y acerté a contestar con tristeza : " El papá me ha castigado , ya nunca podré estar el primero , no lo comprendo ".
Y mi madre , !ah , las madres! , acarició mi cabeza y revolvió mi bien peinado pelo con tupé y me dijo teresiana : " Ya lo comprenderás , hay cosas que solo con la edad se comprenden" .
Levantó mi cabeza , me ofreció la mejor de sus sonrisas y me dijo como al desgaire : " Por cierto , ¿ qué te ha dicho la niña de los tirabuzones ?" .
Hic et sic gloria fuit ...
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