viernes, 13 de marzo de 2020

HISTORIA VIVA DE UN PROFESOR ( 8 )

LA  VIDA  SIEMPRE AL  ENCUENTRO
    

   Increíble para los mayores ,  pero muy cierto para quienes caminan hacia los catorce o quince años sin mayores averiguaciones .   Para ellos todo es hermoso y atractivo ,  incluso los problemas naturales del tiempo y la edad apenas les repercuten ,  tal es el grado de afincamiento en la tierra y los enormes deseos de vivir en crecimiento .  Primum vivere ,  deinde ...  el deinde no les interesa porque ignoran que existe ,  necesitan toda su energía para el personal desarrollo en connivencia con el círculo de su edad y condición .  Es el tiempo de las cerezas para ellos ,  de los amigos inseparables y de los primeros amores furtivos ,  a medio camino entre las desatadas hormonas y un idealismo estético digno de todas las buenas causas ,  aunque a ellos les sucede como al cangrejo ,  que es un cratáceo ,  pero él lo ignora .
   Tal acontecía con el joven futuro profesor ,  que trabajaba más que nadie de su edad ,  se divertía más que nadie y aprendía más que nadie de su entorno ,  privilegio de tener unos padres como los suyos ,  muy amantes y bien dispuestos ,  pero en absoluto permisivos en lo esencial .
   Tiempos difíciles aquellos ,  y no sólo para la lírica .  No importaba demasiado ,  pues que la vida fluía con naturalidad y hermosura .
   El joven tenía clavada una pequeña espina .  Por aquel entonces ,  los estudios de bchillerato se iniciaban a los diez ,  con un examen en los institutos :  una operación aritmética nada fácil ,  un dictado que no debía superar las dos faltas de ortografía y una serie de preguntas generales ante un tribunal constituído por un profesor de letras ,  otro de ciencias y un sacerdote .
  Cuando tres años más tarde ( casi quince de su edad) realizó el tal examen el joven lo sabía todo lo concerniente ,  lo que llamó la atención del sacerdote ,  que revisó el catecismo entero ,  Astete y Ripalda . Pregunta ,  los pecados capitales ,  el joven los recita de corrido .  Soberbia , apetito desordenado de la propia estimación .  Lujuria ,  apetito desordenado de carnales deleites .  Gran silencio .  Insiste el sacerdote :  " Tú sabes lo que es eso " .  Resspuesta :  " No " .  " Mucho mejor así . Aquí termina el examen " .  Matrícula de honor .
  Volvamos a la espina .  Llegados los diez años ,  unos compañeros suyos fueron a estudiar internos a la capital en colegio religioso .  Pregunta del joven a su padre : " Yo ¿ por que no voy ? " .  Respuesta serena :  " Todavía no es tiempo .  Ya lo entenderás " .
   Aśí aconteció tres años seguidos .

Paréntesis :  Estamos padeciendo este virus (estradivarius lo llama una querida amiga asustada) ,  que se muestra  inasequible al desaliento y ha provocado paralización general ,  que tambien afecta a este blog ,  lo lamento .


   Y aún así ,  yo sigo . Decía que fueron tres años de incomprensión para el joven .  Con el tiempo ,  todo se aclaró y se abrieron puertas importantes para él .

   Contaré dos anécdotas que le impactaron .  La primera se refiere a las fotos de carnet que necesitaba para la matrícula en el Instituto .  El único fotógrafo de la comrca era un barbero que vivía en Covaleda ,  a cinco kilómetros de su pueblo .  Al salir de la escuela ( 12 de la mañana) fué corriendo y se las hizo .  Regresó a casa y su amantísima madre preguntó cómo haabían salido .  Respuesta del hijo : " El señor ha dicho que vuelva mañana a recogerlas " .  La mejor de las sonrisas maternas :  " Tu padre las necesita hoy .  Así que ,  vuelva y traelas ,  pero piensa que a las tres tienes que estar de nuevo en clase ,  corre veloz " .  Así lo hizo ,  y regresó un poco jadeante con las pequeñas fotos de alabeado perfil en cartulina .  La madre ariñosa le había guardado la frugal comida caliente ,  con todo amor ,  que el hijo engulló a lo pavo .  Y a las tres menos cinco estaba en la puerta de la escuela esperando la entrada con sus compañeros .
   La segunda sucediín en la estación de ferrocarril de Soria .  Un familiar había ido a recogerlo para trasladarlo a su lugar de destino ,  600 kilómetros de distancia .  Padre e hijo tomaron el autobúas a las siete de la mañana y ,  a la hora exigida,  estaban en la estación ,  cuya locomotora impresionó al muchacho por el ruido y la emisión del vapor en nubes densas .  Breve conversación en el andén .  En un momento dado su padre ,  que liaba un cigarrillo según costumbre inveterada ,  le tocó la frente y le dijo : " Ahora mpezar el bachiller .  Ahí tienes una gran finca .  Los frutos dependen de tí " .

  

   

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