Yo soy aquel ... El joven leyo el texto de Ruben Dario justo en sexto curso de bachiller , cuando las hormonas se soliviantaban victoriosas , si que bastante atemperadas en su caso por las neuronas . Incluso utilizo esos emocionantes versos , dicho sea con pudor discreto , para impresionar a dos o tres de sus primerosamores , tal era la juventud triunfante por aquellas calendas , que no todo habia de ser ominoso en las decadas de carestia .
El joven entusiasta llegó a la ciudad al atardecer , cuando el amarillo sol de otoño aún se reflejaba en la imponente torre de la catedral . Descendió del tren , cogió una galera de cansino caballo y se dirigió a la que sería su residencia , calle Cánovs del Castillo , justo enfrente de los buzones de correos , cuyo sonido de las tapas batientes le habría de accompañar isócrono y despertador .
Casa de tres plantas con miradores , en la segunda su habitación con dos camas de madera torneada y una pequeña mesacamilla para estudiar junto al gran ventanal mirador . La compartiría con un amigo que ya llevaba un curso en la universidad , hijo de de maestro amigo de su padre , por cuyo conducto encontŕo acomodo. Amigo poco estudioso y bastante callejero , po lo que coincidian poco más que a las horas de dormir , situación excelente pues que disponía de habitación propia , según deseo de Virginia Woolf .
La patrona , señora Teresa , lo cuidaba con mimo maternal , le preparaba desayunos pantagruélicos diciendole que debía comer más porque estaba bastante magro y el esudio desgasta mucho . Bendita mujer . En la casa tambien había dos hijas . Una veinteañera con ganas de vivir . Y una cuarentona , soltera y buena modista , esplendorosa y ubérrima , peligrosa para el joven (aquí otro discreto velo protector) .
Al día siguiente , primera visita a la Universidad , un poco nervioso , anhelante y pleno de unción , pues cinco años atras en plena montaña , nunca pudo pensar que llegaría este momento de acceder al templo de la sabiduría (entonces sí lo era) para procesar su liberación promisoria , de la que estaba plenamente convencido y para el que aportaría todo su potencial intelectual y su inmensa capacidad de trabajo .
Caminó despacio , observándolo todo , cuatro calles hasta enfrentar la de Santo Cristo a cuyo fondo aparecía un gran portón de madera y su frontispicio la pala UNIVERSIDAD en grandes caracteres . Se detuvo un momento e imaginó : como en frontispicio del templo de Delfos y el socrático " Nosce te ipsum (dicho en griego para mayor claridad tal que decía el personaje don Hermógenes de Moratín , "gnozy seauton") . Todo sea dicho con un poco de humor .
Penetró en el zaguán midiendo los pasos con parsimonia . Primero un claustro cuadrado , columnas de mármol blanco y un pozo en el centro , donce cinco años después se harían la foto final de carrera filológica ,
dos muchachos y ocho muchachas , únicos licenciados de los más de cien que comenzaron el primer curso .
Al final del pasillo , un ensanche que daba paso a la breve ampliacion del claustro . Enfrente , el Colegio Mayor Cardenal Belluga para alumnos varones , casi todos de buenas familias con uniforme de pantalon gris y chaqueta azul marino con botonadura de plata . Tan era asi la tonta bueguesia triunfante , que las camareras servian en el comedor con uniforme negro y cofia blanca bien almidonada. En los altillos , la casa del director , que tambien era Decano de Letras , amen de representante del Gobierno en la Confederacion Hidrografica del Segura . De este personaje hablare mas adelante por comprensibles razones .
A la derecha , la Facultad de Ciencias donde se estudiaba Fisica y Quimica . Y enfrente , la futura nueva Facultad de Letras , edificio un tanto cursi que aun habria de esperar cinco anos para ser inaugurada .
Olvidaba decir que el patio central de la entrada se lo repartian la Facultad de Derecho y la de Letras , los dos viejos bastiones que fundamentaban el conocimiento y el estudio del Alma Mater , cuyos origenes se perdian en la Edad Media de Alfonso X , como el joven sabria por las lecciones de historia .
Regreso por sus mismos pasos calle de La Merced , hsta desembocar en la plaza de Santo Domingo con la iglesia de los jesuitas . Giro a la izquierda para enfrentar la Calle Traperia , con sus resonancias de los gremios medievales , a cuyo fondo se levanta majestuosa e impresionante la Catedra.
Como no tenia prisa , hizo un alto en el camino para tomar un cafe . Se paro ante un llamativo rotulo , Drexco . Se acomodo en pequeno velador circular para degustar la infusion y ver pasar la gente .
Buen agradable comienzo , aquello estaba bien , y le asalto un pensamiento mental , como decia un su amigo que no pudo continuar estudios universitarios : esta ciudad bastante mora , y esta pequena universidad serian la base de sustencion proyectiva de la nueva vida que para el comenzaba .
MUY BUEN RELATO.... GRACIAS VICTORINO PO COMPARTIRM
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