También pudiera considerarse una pareja conceptual, de W¨ellflin, por la doble posibilidad de dialéctica. El exilio y el regreso significan los dos pivotes de apoyo y rotación, para establecer los términos definitivos en el triste camino de ida y vuelta.
Sucede que, a veces, supone una cierta alegría compensadora. Pero también ocurre lo contrario, aunque sólo sea porque el país y las gentes que se abandonaron se parecen poco a los que encuentran al regresar. Incluso el propio cambio personal del exiliado introduce un factor modificador importante.
De ahí que Benedetti inventara, muy adecuadamente, el concepto ´ ´´´desexilio´ como complemento y actor fundamental en la dialéctica vital.. En todo caso, y sin llegar al extremo de José Donoso (donde van amorir los elefantes, recurso último y término previsible de los exiliados, ya cansados de su eterno peregrinar ), cabe aceptar que las tres ideas y acciones se interinfluencian y condicionan profundamente, de manera que el sujeto protagonista se halla, como dijera Heidegger, arrojado en el mundo y perdido entre las cosas. Exilio - Regreso - Desexilio son los términos simétricos, de geometría envolvente.
Y esto se refleja claro en el poema que comento.
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