! LAS OPOSICIONES , GRAN FIESTA NACIONAL !
En el mundo de la enseñanza , el profesor se ha pasado la vida renegando de ellas , por considerarlas el peor sistema de selección del profesorado , pues que apenas nada positivo añade , no incrementa el conocimiento , están horras de pedagogía y reducen la impronta peronal a un centón de datos desorganizados e inanes .
Así lo pensó durante muchos años . Hasta que llegó el sistema digital de nombramientos , con su base y secuela endogámica irrespirable . Y no digamos el actual formato , que ofende a la inteligencia menos despierta .
Pero los tiempos son lo que son en cada época . Y en su juventud triunfante le correspondieron los establecidos por una burocracia sórdida y aplastante , precursora del principio de Peter irrefrenable .
Lo recuerda bien . Cuando estudiaba primer curso de Licenciatura , su padre y gran maestro tuvo con él una esclarecedora conversación .
Le crecomendó aprovechar el verano para hacer las oposiciones de Magisterio Nacional . Así lo hizo y aprobó con un buen número , que le permitió elegir colegio en Alcantarilla , cercano a la universidad . Por aquel entonces la ley permitía pedir la excedencia en cualquier trabajo mientras se estaba estudiando en las Facultades . Así lo hizo . Y su padre , previsor siempre , concluyó : " Ahora tienes un puesto de trabajo fijo para toda tu vida . Quizá no lo necesites , pero te dá tranquilidad ". lo cierto es que no lo necesitó , peromás vale prevenir que curar .
Después vino toda una catarata de oposiciones . El joven profesor renegó siempre del sistema , como queda dicho . Pero la vida es como es y no valen luchas infructuosas .
Primero vino la de Profesores Adjuntos de Instituto , luego la de Catedrático (en dos ocasiones) , después la de Profesor y Catedrático de Escuelas Universitarias . Excedente en todas de manera sucesiva y acumulada , de manera que si un día fuere necesario , allí tenía varios refugios docentes donde recalar . No fué necesario y ello le congratuló siempre .
Con sta mochila docente , afrontó la carrera estrictamente universitaria . Terminada la Licenciatura y el Doctorado , con resultados diz que brillantes , su maestro principal le propició la oposición de Profesor Adjunto de Universidad , que aprobó con cierta comodidad y algo de autosatisfacción juvenil . Luego vino la de Profesor Agregado , una especie de vicecatedrático , nivel que desapareció pronto por mor de adaptar legislación y realidad cambiante .
Y en esto , llegó la situación que propiciaba la nueva ley universitaria . Se crearon nuevas cátedras y los Departamentos aglutinadores , ya para muchos años .
La Literatura Hispanoamericana adquirió nueva entidad con los nuevos planes , a la vez que los alumnos crecían exponencialmente . Consecuencia , la necesidad de crear una Cátedra adecuada que , tras arduos trabajos y deliberaciones , cristalizó en la nueva Cátedra de Literatura Hispanoamericana y su correspondiente Departamento .
Y allí se fraguó la última oposición de su vida académica . Para entonces , ya tenía publicados una docena de libros y más de sesenta trabajos de investigación . El trance resultó suave . Un tribunal de colegas (dos de la propia universidad y tres foráneos) , unos ejercicios que permitieron fecundos diálogos , y un resultado no por rsperado menos satisfactorio . La cena final de camaradería fué una explosión de fraternidad y contento .
Y a partir de entonces , algunos años preñados de trabajo y sucesivas satisfacciones , equipos admirables , grandes escritores que comenzaban a llegar .... Pero esto ya es otra parte de la historia .
Delamos aquí el contradictorio mundo de las oposiciones de acceso a los cuerpos docentes de todos los niveles . Hoy lo recuerda como una pequeña pesadilla , una lamantable pérdida de tiempo que hubo de afrontar porque , repito el ambiente y la legislación de tal modo lo exigían .
Claro que fué mucho peor lo que vino después , aventura endogámica entre la ignorancia , el arribismo y la ostentación de poder !pírrico poder! de unos mandarines desnortados ocupando cátedras como si fueran huertos de su propia , cerrada y triste casa de labranza , ad peiorem gloriam de la enseñanza y la educación universitaria ausentes .
Durante muchos años , sus jóvenes y preparados ayudantes y colaboradores insistían en la pregunta : "Vamos a ver , profesor , ¿ cómo es posible que usted siga hablando mal de las oposiciones , siendo así que las ha aprobado todas con soltura y buen talante ? ".
"Precisamente por eso , queridos amigos , porque conozco el percal y la imposibilidad de hacer elegantes vestidos con semejante urdimbre y tejido . Y añado cita literaria : "Cosas veredes , buen Cid , que farán fablar las piedras " .