Recuerdo , Carmen , que tú hablabas muy bien , como buena estudiante y profesora que fuiste tantos años . Y escribías de manera excelente , lo cual nolo exigía la profesión , sino tu particular manera de ver y traducir el mundo .
A este respecto , una anécdota entre tantas . Tú preparabas la Memoria para el acceso a la Cátedra de Instituto . La redactas y me la pasas para las últimas correcciones , como siempre hacías . La leo y no corrijo nada . La miras y la protesta dulce de amante esposa que algo necesita decir : "¿ Nada en rojo ? Algo habrá que no esté bien . Léetela otra vez " . Y el sufrido y comprensivo esposo la vuelve a leer y se la entrega exactamente igual . " Ahora me quedo más tranquila ".
Digo todo esto porque ha sucedido un evento plenamente satisfactorio para mí : la lectura y defensa de la ultima Tesis doctoral que he dirigido en nuestra universidad . despedida magnífica entre amigos , compañeros , miembros de mi equipo de tantos años y familiares de la doctoranda , hoy ya brillante Doctora cum laude , como no podía ser menos dada su trayectoria profesional y académica .
Se llama Laura y es la última de mis grandes y eficientes colaboradoras . Vino a la Facultad con dieciocho años , la seleccioné para mi equipo y ha trabajado a más y mejor a lo largo de una amplia década fecunda . Le dirigí la Tesina , ahora la Tesis y es profesora de Instituto con todos los predicamentos favorables . Tiene dos preciosas niñas y es feliz , porque ha sabido cohonestar lo dulce con lo útil (Horacio dixit) lo humano con lo divino , como conviene al mundo universitario desde su creación y orígenes .
Ha sido el broche de oro a mi dilatada carrera profesional . Recuerdo el hemonaje que me tributaron el día de mi jubilación oficial , algo impresionante por lo inusual y elevado , tanto en el plano académico , cuanto en el humano , personal y amistoso . Allí estaban todos reunidos en el paraninfo de la Facultad de Letras . Aquí estaban igualmente , cuya presencia y dedicación rebosaba el vaso de lo esperado y , un poco , merecido .
Hemos tenido mucha suerte , Carmen , visto con la perspectiva certera de la distancia . Comenzamos con la humildad y grande deseos de los neófitos , y la vida nos fue jalonando de auténticas y extraordinarias experiencias .
Hoy miles de alumnos nuestros habitan y trabajan la tierra que tan denodadamente aramos y sembramos , siguiendo la conocida parábola . Ahora vislumbramos los frutos ópimos y verdaderos .
Y tal realidad viva nos justifica en el mundo .
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