Como todos los jueves , el gozo compartido de los libros y su doble vertiente : lectura en soledad , que es la más auténtica y compensadora forma de leer , para aprehender el mundo como corresponde ; y la lectura en colectivo , para que vayan apareciendo las diversas formas y perspectivas personales , y en cierto modo intransferibles , si que susceptibles de apertura a los demás , cuyos puntos de vista contribuyen a perfeccionar completando la propia experiencia .
Durante siglos se consideró la lectura como fuente de conocimientos múltiples , algo así como una enciclopedia proteica que suministraba "saber" a través de una información agradablemente presentada y ofrecida , por aquello tan conocido de la mano de hierro en guante de terciopelo . En tiempos recientes , que continúan , el clásico movimiento pendular de la historia y sus avatares metodológicos propició la situación contraria : leer a cuenta de las emociones , casi en exclusiva , de manera especial cuando de poesía y versos se trata. No es infreuente , todavía , escuchar opiniones que pretenden lo poético como primordial fuete de más o menos profundas emociones , libres de toda carga intelectual que oprime y mata el sentimiento . Tan rechazable una postura como la otra . Ni leer solo para alimentar el cerebro que razona , ni hacerlo para despertar emociones irracionales diz que propiciadoras del placer.
Desde que conocemos el "fluir del inconsciente" como gran fuerza motriz de lo humano profundo y , aparentemente ingobernable , el citado campo del placer vivido ha ensanchado sus territorios y alejado las fronteras . Aquí , una vez más , Horacio tiene razón : "Es menester mezclar lo dulce con lo útil". Que no sólo de pan vive el hombre , claro está. Pero sin marginar el pan , sustento básico imprescindibe , valga la metáfora. Necesitamos una sabia armonización equilibrada de valores , ideas y placeres.
Recuerdo la famosa imagen del barquero que rema con una sola mano. Con el tiempo , tendrá un brazo descomunal y otro tal que alfeñique , con la consiguiente fealdad de su cuerpo , fealdad y desarrollo anormal que influirá de manera negativa en el resto del organismo.
Suelo repetir que se trata , como en casi toda la vida humana , de una clara cuestión educativa , donde resulta necesario buscar el equilibrio de partes , pues que la educación viene representada por una pirámide. En la base , lo más común y accesible a la mayoría , que viene a exigir poco esfuerzo y escasa organización para asimilarlo y proyectarlo. Pero se nos presenta como la escala de Jacob , con numerosos peldaños de creciente dificultad por ampliada complejidad. Que la educación es calidad , pero también cantidad , con una regla de tres que no falla : a mayor altura , menor población educada . Y ahora viene bien la fábula de la zorra y las uvas. Como el racimo es dorado con gotas de rocío mañanero , se le despierta el deseo de comerlas , para lo que hace unos intentos vanos y , al cabo , sigue su camino sin alcanzarlas , diciendo presuntuosa : "Están verdes". En absoluto , estaban altas e inaccesibles a su preparación y destreza.
Finalizamos con el ejemplo de la música , tan actual y extendida. En el mercado , miles de piezas diz que músicales (un exagerado amigo la moteja "música perronera y ratonil" , sin duda como demasiado rigor y escasa empatía), pero también existen Schubert , Beethoven y Bach , por citar tres ejemplos conocidos. Para gozar de su música es necesario cierto grado de preparación , algo de "educación del oído" y bastante de vocacional práctica auditiva. No es de recibo que alguien con carrera universitaria diga que la "Oda a la alegría" es una buena canción de Waldo de los Ríos muy bien cantada por Miguel Ríos . No es necesario que todo el mundo sepa que Schiller fue el "letrista" del sordo de Bonn , pero tampo ignorar que la citada "pieza" les corresponde por derechos de autor y de arte.
El final de la tarde lo centramos en dos textos. Uno de Rubén DaríoYO SOY AQUEL QUE AYER , NO MÁS , DECÍA
EL VERSO AZUL Y LA CANCIÓN PROFANA.
El otro texto , cualquiera de los cuentos que Juan Rulfo agavilla en "El llano en llamas".
Optimismo desbordante y alegre y feliz el uno. Compromiso tremendo , trágico y patético el otro .
Pero eso sí , ambos dueños de la "fermosa cobertura" de palabras excelsas que ponen de relieve , una vez más , aquel adagio tan barroco , tan gongorino : "Jardines cerrados para muchos , abiertos para pocos" .
T E X T O
" Para filósofos y teóricos de estética como B. Croce , la belleza literaria solo puede expresarse a través de la poesía . A su vez, Alfonso Reyes habla de "literatura en pureza y literatura ancilar" , reservando para la primera las artísticas capacidades creadoras de belleza , mientras que la segunda lo sería de orden menor , sin dejar de ser literatura ".
No hay comentarios:
Publicar un comentario