viernes, 6 de octubre de 2017

CURSO DE LECTURA

   EL  PREMIO  NOBEL... Y OTROS PREMIOS LITERARIOS


  Hablar de literatura y no hacerlo de los premios literarios ,  puede ser un pecado de lesa comunicación artística.  Después de la mamarrachada sueca con Bob Dylan  (  que se embolsó el dinero, aunque no tuvo la correccción de recoger el premio personalmente ) ,  cuyo ridículo universal tiene difícil parangón,  ahora parece que las aguas vuelven a su cauce.  KAZUO ISHIGURO  es un escritor mediano, pero al menos es un escritor.
   De todo esto pensaba hablar ayer,  aunque los derroteros del coloquio,  mitad teórico,  mitad práctico, fueron otros,  si que más atractivos.  Dejo el espinoso asunto de los premios para la próxima semana.
   La tarde comenzó con algunos textos de referencia obligada.  Reconozco mi particular inclinación a los predios hispanoamericanos,  aunque muchos años expliqué literatura española en las mismas aulas.  De ahí una recomendación que les hice:  la lectura de  "El llano en llamas" ,  la excelente colección de cuentos que dejó escrita Juan Rulfo,  el mexicano universal,  tan misterioso,  pero tan gran escritor.  La misma recomendación para vosotros.  Lectura lenta y detenida en los detalles,  que comentaremos dentro de unas semanas.  Será un buena sorpresa para todos vosotros,  por el lenguaje,  las estructuras narrativas,  la gelería de personajes sorprendentes...  Y una constación de la vieja idea que García Márquez dejó troquelada muchos años atrás, con ocasión del Premio Nobel :  " Cuando escribimos,  los latinoamericanos siempre lo hacemos sobre nuestra tierra, sobre nosotros mismos".  Que no es poco, ciertamente.
   Insistí en la dimensión artística del fenómeno literario, en tanto que forma parte de las cinco Bellas Artes,  cuyo número y naturaleza permanecerá,  pues que abarca y engoba todo lo que de artístico ha sido,  es  y será capaz el hombre.
   Trabajamos la idea central inveterada :  así como el hombre es el único ser vivo capaz de sonreir o de llorar,  también es el único que ha descubierto las palabras como lenguaje universal lógico y articulado,  cuyos códigos están en permenente cambio y crecimiento a partir de un tronco común,  cada vez más recio y crecido,  de manera que armoniza los magistrales postulados de Parménides y Heráclito,  con la fijeza inmutable de su esencia y el  "panta rei"  que convierte las aguas del río en las mismas y distintas según el tiempo va dictando,  cuasi biologicamente,  las normas y estímulos de crecimiento en perfección.
   El alimento espiritual artístico es idéntico al material de la ingesta diaria para que el cuerpo se desarrolle y crezca.  Les puse un ejemplo quizá rugoso,  pero aleccionador.  Un hombre está acostumbrado a los alimentos básicos,  agua,  pan,  pescado genérico y carne de animales cercanos.  Si le ofrecen sofisticaciones culinarias y exquisitas viandas desconocidas,  primero experimentará sorpresa,  después rechazo y,  al cabo,  necesitará propedéutica y tiempo largo para que sus papilas gustativas y su digestión se acomoden.  Pero una vez descubierto el placer ,  ya no se reducirá a lo básico ancestral y muy primario.  Con el arte sucede igual,  con la literatura más si cabe,  porque trabaja con ideas y emociones,  que tienen que deglutir los cien mil millones de neuronas con las que ha sido premiado.
   Discutimos,  problema espinoso y difícil de aceptar por inercia de milenios,  la cuestión filosófica de prioridad y función:  ¿Qué ha sido antes,  individual y colectivamente,  las palabras o las ideas ?  Casi todo el mundo suele estar de acuerdo en que las ideas preceden,  y después se buscan las palabras para expresarlas.      Error supino.  Primero se descubren las palabras a partir de las emociones,  y a continuación se van descubriendo las ideas,  mundo complejo de abstracción y ordenamiento lógico que precisa de un cerebro bastante alejado del originario que procede del mar,  más o menos reptiliano.  Basta observar un niño desde la situación mamaria buscando las fuentes nutricias de la madre.  Poco a poco irá aprendiendo palabras,  etapa deíctica y gestual sobre todo.  Y necesitará unos años para descubrir la gramática,  es decir,  el entramado preciso para que la lógica le permita construir el mundo de la comunicación humana culminante.
   Lo aplicamos a la literatura,  originariamente oral ,  y denodado trabajo hasta alcanzar la escritura que,  una vez lograda,   propiciará no la desparición de la oralidad,  pero sí la reducción de su territorio,  entre otras cosas porque no será necesaria la memoria individual,  siempre frágil.
   Terminamos la clase con un texto-ejemplo,  ya que la teoría sin la praxis de mucha y buena lectura,  bien poco es y alcanza.  Precisamente por contraste y estímulo les leí el más famoso de los sonetos de Quevedo,  aquel hombre controvertido y misógino,  que dió en escribir la másextraordinaria lírica amorosa.  Y no sólo en lengua castellana :

 AMOR  CONSTANTE  MAS  ALLA  DE  LA  MUERTE
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar el alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera.

Mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria en donde ardía,
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.

Alma a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido.

Su cuerpo dejarán,  no su cuidado,
serán cenizas,  mas tendrán sentido,
polvo serán,  mas polvo enamorado.


   ¿ Habéis leído algo superior a ésto,  tanto quienes enamorados ya fuísteis o aquellos otros que aguardáis esperanzados a romper vuestro corazón que radica en el cerebro ?   Como diría Mallarmé,  los poemas se hacen con palabras.



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